Un alto en el camino. La madera comienza a aparecer. La gran riqueza de los valles alpinos. Madera... y agua |
Impresionantes las alturas del monasterio. Me siento feliz y privilegiado de no encontrarme a ningún compatriota por esos andurriales |
Macizo del Latemar, en el valle de Ega. Entre las nubes el impresionante grupo dolomítico que más tarde habría de reflejarse en todo su esplendor |
Las formaciones rocosas en perfecta simbiosis con los impresionantes bosques de abetos forman un cuadro realmente idílico |
La tarde comienza a declinar y el sol se refleja, abriéndose paso entre las nubes dando a las moles unos colores dorados. El conjunto se refleja sobre el mítico... |
Centro de Cavalese. Detrás, el Magnifico Palazzo della Comunità di Fiemme |
Val di Fiemme. Paraíso del esquí de fondo |
Fin del día, y una exquisita pizza... en la pizzeria del hotel Excelsior. Nos quedaba un paseo nocturno hasta Varena. Mañana, más... |
2 comentarios:
Jo, qué envidia, Jóse... Qué espectaculares los paisajes; Italia debe tener rincones belos, belos :)
Cuando te he visto sentado en ese banquito de madera (maravilloso!!), al lado de esa preciosa fuentecilla, ¡me ha parecido un paisaje más austriaco que italiano!, bueno, no en vano comparten esos maravillosos Alpes... Todas las fotos son muy buenas, pero me quedo con la madera y el agua y esa vista que quita el hipo...
Y mira tú por donde que la pizza no me da n-i-n-g-u-n-a envidia, jejeje... Hoy ha hecho una mi marido, uhmmmm, una focaccia, mira, mira... te la dejo por
¡AQUÍ!
Muack!
Mar
la verdad es que la pizza no es mi comida preferida, pero bueno, Italia es Italia. Y sí, especifico que estamos en el Tretino- Alto Adige, frontera con Austria, en compañía de unos buenos amigos que nos han enseñado Italia y nos han dado, sí, dado, su propia casa.
Maravillosa Italia aun con todos sus defectos.
Anche buona la pizza, signora Mare!!!
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