27.2.09

De "dios deseado y deseante" de Juan Ramón Jiménez

El 25 de febrero fue el acto de presentación de la Edición crítica de Dios deseado y deseante, de Juan Ramón Jimenez, en la Residencia de Estudiantes, de Madrid. En un acto muy emotivo se desarrolló la presentación según el programa previsto. Como padre de la editora, me importa mucho agradecer la presencia, en primer lugar de mi hermano Amós Bejarano, que supo apreciar, desde el primer momento, el evento que se estaba desarrollando. En segundo lugar de mi cuñada, Angelita, que cuidó los detalles de nuestra presencia allí. Gracias, especiales, a Antonio Ramirez Almanza, que arropó con su presencia a nuestra hija. Aunque fuera su "obligación" igualmente nuestra gratitud por acudir. Gracias, Alberto, por tu esfuerzo en acudir. Sabes que eres importante para Ro. Gracias a los herederos del Poeta. Fue un gran honor conocerlos y saludarlos. Y descubrir el afecto que sienten por Rocío. Gracias a Antonio Lucas, de mi diario favorito, por su precisa presentación. Gracias al representante de la Diputación de Huelva. Grcias a todos los familiares del otro editor por su afecto hacia nosotros. Y gracias, por fin, a Joaquín Llansó -capaz de dar una conferencia sobre dios y Dios-, por fijarse en nuestra hija. Ella no se "pasó". Creo que se quedó corta. Gracias, finalmente a Akal Esdiciones. Y gracias al público en general que acudió y aplaudió.

6.2.09

Rocío presenta su edición juanramoniana !!!

Dios deseado y deseante (Animal de fondo) Autor Juan Ramón Jiménez Edición de Rocío Bejarano Álvarez Joaquín Llansó Editorial Akal ISBN 978-84-460-2926-7 Ilustraciones 484 Páginas 1240 Formato 15x21 Fecha edición 26/01/2009 Materia Literatura española Colección Vía Láctea "Dios deseado y deseante (Animal de fondo)", junto con el poema en prosa "Espacio", constituye la síntesis de toda la obra anterior de Juan Ramón Jiménez, ya adelantada en aquella escrita en el exilio, todavía demasiado desconocida en nuestro país. Dentro de lo que él denominó su "obra en marcha", tanto el presente libro como "Espacio" constituyen, en efecto, una síntesis que se sobrepasa a sí misma enteramente, de tal modo que en ella anida el sentido más hondo de ese inacabamiento que justamente significa su obra en marcha. La paradoja que representa que este libro suponga el cumplimiento de un inacabamiento esencial a su quehacer poético, hace de él una de las mayores joyas de la poesía del pasado siglo, no sólo de habla hispana, sino de todas las lenguas, comparable a las más representativas obras de autores como Eliot, Baudelaire, Hölderlin o Rilke. La presente edición es la primera de un libro de Juan Ramón Jiménez que no sólo viene acompañada de un exhaustivo aparato crítico sino que, además, tiene la bondad de constituir una edición abierta al incorporar los facsímiles de todos los manuscritos –autógrafos y mecanografiados con anotaciones a mano– de cada uno de los poemas. Incluye asimismo un poema inédito Incluye asimismo un poema inédito

1.2.09

Cybercat (guion de corto)

Actores: Rocío Bejarano, Marta Bejarano, Elisa Tavoloni; y Rufo, gato abisinio. Dirección: Rocío y Marta Bejarano. Guión: JoseAntonio Bejarano. Personajes: Ruggiada, Martella, Melissa y el gato Rudolf. Iluminación. Videocámara. Decorados y vestuario convencionales. Iluminación normal. Efectos especiales: PC y multimedia. Música en CD-ROM. ESCENA PRIMERA Escenario: dormitorio con dos camas donde descansan Ruggiada y su hermana Martella. Paredes recubiertas de afiches, fotos y pósters publicitarios. Suena música Suites nº 1 y 2, op. 46, de Grieg suave. La cámara se dirige, en travelling lento, hacia Ruggiada que lee en la cama. La iluminación de una lámpara de noche proyecta un estrecho cono de luz sobre las páginas abiertas del libro que lee: “CATHALEPSIA. Los umbrales entre la vida y la muerte (Vol. UNO). La cámara recorre las paredes recubiertas de posters del Che Guevara, Jim Morrison, Janis Japlin y numerosos iconos tales como medias-lunas, estampas de diosas hindúes, estrellitas de todas clases y las estanterías repletas de cachivaches de mercadillos y tiendas Typo: pequeños samovares, pipas de narguile de imitación, matrioskas rusas, postales de la Kaasba de Larache y del Bazar de Estambul, y, enmarcada, la convocatoria de una sesión sobre sicología tibetana en la HARE KRISNA ITALY en la colina de Turín. Mientras la cámara recorre la habitación, se detiene brevemente en la segunda cama donde Martella duerme con unos cascos puestos. El gato abisinio Rudolf--, a sus pies, duerme enroscado. La cámara va recorriendo la habitación hasta dirigirse hacia Ruggiada. La música de Grieg va disminuyendo, mientras a lo lejos se siente el sordo sonido de una tormenta que se cierne sobre el cercano mar. El ambiente se torna tenebroso. La cámara, en primer plano enfoca el rostro preocupado de Ruggiada que deja a un lado el libro y se arrebuja con las sábanas. El sonido de la tormenta arrecia ¬www.mp3.com/specialseffects¬ y a causa del trueno, la tenue luz se va extinguiendo hasta mostrar en un fuerte contraluz, el rostro en penumbra de Ruggiada. Ésta llama inútilmente a su hermana. Súbitamente, del salón de la casa solitaria, proviene un ruido seco y un zumbido. Primer plano de Ruggiada con la cara desencajada. Martella continúa durmiendo (se la pude apreciar al fondo de la imagen). ESCENA SEGUNDA Continúa, entremezclada con música de Wagner ¬“La entrada de los dioses en Valhala¬”, la tormenta que emite, sincopadamente, truenos. Ruggiada, en la cama, ha abandonado la lectura y mira la puerta abierta del dormitorio. Al fondo del salón, ve, aterrorizada, unos pequeños dibujos brillantes, de diversas formas, componiendo figuras que a ella, gran aficionada a la “ouija” se le antojan signos cabalísticos y misteriosos que la están haciendo guiños de siniestros y misteriosos significados. Absorta, y pasmada de miedo, observa las figuras, que, en forma de fantasmagóricos caleidoscopios, se dibujan en el fondo de oscuridad total del salón del piso. La cámara, en un lento travelling, acompañada de los truenos y de la solemne y majestuosa música de Wagner, se va acercando mientras las misteriosas figuras van cambiando, formando formas caprichosas: unas veces geométricas; otras, figuras ondulantes; de humo; de ameba; rítmicas; estelares; olas; recortes; fuegos vibrantes y suaves; aerosoles, remolinos y todas las figuras inimaginables. En colores de todos los tonos: auroras; rítmicos; energía estelar; olas de seda; colores móviles, y así, hasta el infinito, en ciclos de duración aleatoria. La videocámara llega a un primer plano de un figura del selector de máscara Headspace que queda como en suspenso, al mismo compás de las notas finales de los “Murmullos de foresta” de la ópera wagneriana “Sigfrido”. La cámara, lentamente, invierte el lento trávelling y se dirige a la cara de Ruggiada, que se levanta con sigilo de la cama. Coge una minúscula linterna que proyecta un finísimo haz de luz rojiza y se dirige, con temor, hacia el exterior del dormitorio de donde ha provenido el sonido. Descalza (busca en vano las zapatillas) sale de la habitación. La cámara la sigue. Ruggiada se para en el dintel de la puerta ante la oscuridad más absoluta, sólo perturbada por las figuras caleidoscópicas y multicolores que continúan proyectándose sobre la pared del fondo de la estancia. La cámara enfoca la cabeza de Ruggiada, al fondo las figuras desenfocadas; y, al revés, las figuras enfocadas y la cabeza de Ruggiada, ahora en primer plano, desenfocada. Cesa la música. ESCENA TERCERA El trayecto a través del pasillo, de Ruggiada. La cámara fija la ve alejarse. Al entrar en el salón conecta inútilmente el interruptor de la luz. Suena la música in crescendo de Uranus (Los Planetas), de Gustav Holst. En la pared del fondo, continúan las figuras alternándose en formas y colores al ritmo cadencioso de la sintonía musical. ESCENA CUARTA Ruggiada observa la estancia: un sujetalibros, hecho añicos en el suelo. Estando en mitad del amplio salón, repentinamente, retorna la luz. Comienza a sonar "Pinturas para una exposición" de Mussorgsky y Ruggiada, apagando la linterna, mira de dónde ha caído el sujetalibros: Primerísimo plano del título: “CATHALEPSIA. (Volumen DOS), está aún, milagrosamente en pie, sobre la estantería. La tormenta va alejándose. Aparece Martella, somnolienta, en camisón, con Rudolf en brazos. Las figuras continúan apareciendo, desvaídas debida al efecto de la plena luz. El lugar de los símbolos misteriosos lo ocupa ahora la pantalla de un vulgar ordenador. ESCENA FINAL Pleno día. En el salón de la casa están Ruggiada, Martella que sostiene al gato en sus hombros, ¬Rudolf juguetea con los cabellos de su dueña¬ y Elisa, una joven vestida con un mono azul de trabajo donde luce un logotipo de BELL PACKARD. Ésta última abre una caja de herramientas y se sienta delante del ordenador. --No lo entiendo. La única explicación a los extraños fenómenos que según tú han ocurrido esta noche no tienen una lógica ¬comienza diciendo en un fuerte acento italiano¬. < Ha ocurrido, simplemente, que por efecto de la tormenta ha habido un corte de corriente, y la placa base del “ordenatta” ha activado la memoria RAM, así que toda la configuración del REPRODUCTOR WINDOWS MEDIA ha comenzado a andar, junto a la batería de sintetizadores. La técnico sonríe ampliamente a medida que va explicando el fenómeno. Martella suelta una carcajada y Ruggiada, ruborizándose, pone cara de circunstancias. El gato sale huyendo y Ruggiada comienza a barrer los restos del sujetalibros. Comienza a sonar el Adagio de Albinoni, y la cámara hace un travelling hasta la ventana, enfocando el cielo completamente azul.La videocámara toma un plano general de la estancia: Ruggiada barre, Martella se sienta en el ordenador y se conecta a Internet, mientras hace un gesto de fastidio, llevándose el dedo índice a su sien derecha, pensando en su hermana. La técnico sale de la habitación y el gato se sube, de un salto al regazo de Martella. Toma una vista del exterior enfocando el cielo