29.5.12

A falta de otra cosa... ¡fotos!

Pues sí, teníamos curiosidad por conocer ese trozo de tierra española usurpada y nos encontramos con que Gibraltar nunca será español. Los llanitos no nos quieren. Sus cañones apuntan hacia el exterior de la roca

Nada como ver atardecer tras el mar, pero hay amaneceres que son espectaculares, como este que vi desde la habitación de un hotel en Portovenere, en el mar Ligur italiano
... Huelva

Viejas salinas en Marismas del Odiel. Huelva. Vestigios de tiempos pasados, cuando por estas mismas aguas navegaba Al-Bakrî, de la taifa de Saltés. Mil años atrás en el tiempo...


23.5.12

Caminos

Me encanta el camino. Me gusta más el camino que la meta. Me apetece más cansarme caminando que cansarme mirando en el destino. Añoro los caminos que he andado y deseo los caminos que me quedan por recorrer.

Y me intrigan y asombran los que han realizado caminos en tiempos pasados: Moisés a través de mares y desiertos hasta llegar a la tierra prometida; el profeta Mahoma, en su hégira; Jesús entrando en Jerusalem, y así tantos grandes hombres que hicieron, de sus caminatas, caminos de testimonio.
Yo, más modesto, he realizado el de Santiago, y he asistido como espectador a otro que hoy comienza, en plena primavera: El Rocío.
Alguna vez también yo lo haré, seguramente, y me impregnaré de todo lo que ese peregrinaje conlleva: sacrificio, fe, introspección y porqué no... alegría.

Sólo desear buen Camino a los (buenos peregrinos) que hoy lo inician, ya que en la misma denominación llevan su más importante característica:
Hermandad de Emigrantes de El Rocío. 
De Huelva.

19.5.12

Grecia: Σ'αγαπο... S’agapo Te quiero!



Por fin se dignaron bajar del Olimpo donde cómodamente permanecían instalados. Al fín los dioses se convirtieron en simples mortales y desde la lejana Olimpia, desde el monte de las divinidades desde donde, por miles de años, habían derramado su sabiduría y su poder sobre las tierras helenas.
El pequeño dios de los mortales había hecho una petición y al deseo y requerimiento pertinentes todos fueron bajando y esparciéndose por la tierra que antaño habían morado. Ahora se le urgía para una misión desesperada... y descendieron portando sus símbolos...

Al rey y padre de todos ellos, tocado con un rayo, y en una mano una balanza como símbolos de poder sobre el Olimpo y sobre el mundo, le siguieron Poseidón -la poesía y la guerra de las encrespadas mareas, es paz, es gloria...- blandiendo un terrorífico tridente, símbolo de su poder sobre los mares, que se dirigiría al mar Ionico a tratar de calmar la tormenta que se avecinaba. Tras él, Dioniso, apartando la vid y la copa con que se adorna, el de las celebraciones y el jolgorio de sirtaki e islas blancas, iba cabizbajo, sabiendo que su papel iba a ser  poco grato. Luego, con desgana para bajar al Ágora, Apolo, solar, cálido, musical y profético... el iluminado por el sol y tocando su sempiterna lira, el egregio dios de la poesia y las Bellas Artes, aunque también dios de la profecía... y sus hermanos, sobre todo que lo miraban con reproche.
Artemisa, la cazadora, con los atributos de su arte pastoril descendía con los mortales a  fin de reeducarlos a volver a la caza y la vida natural. A vivir con sencillez... por supuesto, con su entrega a la Naturaleza y siempre en contacto con ella...
El bello Hermesel del casco y calzado alados,  sería el encargado de enviar los mensajes claros a los mortales, a los comerciantes... y a los ladrones... el comunicador entre cielo y tierra, misterioso, mensajero...
Con un búho en su hombro, y blandiendo una rama de olivo, Atenea se disponía a poner orden por cualquier medio, en compañía de Ares el de la violencia, la guerra y la sangre derramada, armado con su lanza y con su escudo. Despreciado por todos, dispuesto a la violencia en caso extremo.


Afrodita, de mirto y rosa, de la belleza y el amor, dispuesta a beneficiar cuando todo estuviera en orden... Afrodita, una bendición de Amor...Y también su esposo, Hefesto, recién llegado de la isla Lemmos, dios del fuego y de la fragua. Con su martillo de domeñar el hierro en el fuego. Del trabajo artesano. Imprescindibles serían sus servicios... domador de los elementos naturales para crear otros nuevos... 
Y por fin Démeter, en sus manos una gavilla de trigo dorado entre amapolas y una antorcha en la otra mano... diosa de la fertilidad, la agricultura y la naturaleza... mi sempiterna Démeter, maga de la tierra y madrina de los cultivos...

Todos ellos, desde su Olimpo, a la llamada del rey acompañados asimismo por la cohorte de otros dioses menos conocidos, pero tanto o más necesarios que los grandes (Eros de amor, Pan el de los pastores, Perséfone, muy arraigada en mi psiquismo... primaveral, etc.) y también a otros dioses imprescindibles para corregir el negro  porvenir de los mortales (de la magia, Circe; del poder, CratosFobos, del miedo; Harmonia, de la armonía; Moiras, del destino y de la fatalidad;  Morfeo, del sueño y de los sueños; Némesis, de la venganza; y Tyhce, diosa de la suerte)
Y por fin llegaron a la ciudad, y al Partenón, y vistaron todos, cada una de las ciudades y pueblos, y campos, y sedes donde reina ahora Caos, el primigenio, que ya moraba antes del nacimiento de todos los poderosos olímpicos, y que ahora los tendría enfrente.

Y se trataba de Caos o Grecia. Y los dioses, todos, los mayores y los menores, guiados por ZEUS, su padre y rey, y la coronada Hera, su esposa vengativa, convocaron en el Ágora a todos los mortales. Ellos atenienses, helenos todos, eran sus hijos y no los iban a abandonar en esta hora.
Los mortales se congregaron en las explanadas de la urbe de la Demos para escuchar los consejos y dictados de los dioses que habían vuelto a bajar del Olimpo. Grecia no podía sucumbir. La tragedia no podía desencadenarse de nuevo.
Mar Solana http://marsolana.blogspot.com.es/ ha complementado sabia, poéticamente, las definiciones de los dioses y las diosas (aunque curiosamente haya eludido -y después corregido- opinar sobre Poseidón) . Gracias, amiga mía
Σ'αγαπο...!!!