15.8.18

Operación Married


Apenas despuntaban las primeras luces sobre el río y ya estaba sentada a la mesa de su inmenso despacho. Había mirado a través de los ventanales y extrajo del cajón un obsoleto “AZ”. Eran casi doscientos folios escrito en su ordenador personal, impresos como una sola copia, la que tenía archivada en la vieja carpeta. No había confiado a nadie la redacción, copia y custodia de aquel documento que le había llevado dos meses de duro trabajo de investigación, documentación y consultas a sus colaboradores. “Operación Married” había escrito a mano. Poco imaginativo el título, eligiéndolo en lugar del más explícito Operación Moises, pero cualquier cosa -incluso con los fallos, errores o lagunas que a buen seguro quizá contendría- cualquier cosa con tal de que el Consejo Supremo de la Naciones Unidas aceptara los términos de aquel documento que la vieja profesora -elegida por unanimidad- había escrito dejando toda su sapiencia en solucionar el grave problema al que desde decenios antes, se enfrentaba la humanidad.
Quiso, cuando aún los pasillos del viejo edificio estaban vacíos, echar un último vistazo a aquellos ciento ochenta y nueve folios que en muy pocas horas dejarían de ser suyos y pasarían a ser propiedad de los representantes de todos los pueblos del mundo.
Había llegado la profesora a la cúspide del poder mundial cuando se habían firmado los acuerdos de desnuclerización total y ya los paises habían abandonado sus políticas de desarrollo militar nuclear y la habían dirirgido al desarrollo humano y humanitario.
Solo un problema existía en aquellos días y que se había prcipitado en los últimos tiempos. El flujo migratorio había crecido exponencialmente y los paises del sur de Europa habían cedido en sus controles fronterizos a la presión de las organizaciones mafiosas y gobiernos de procedencia, arrivando a las costas europeas y obligando a retroceder tierra adentro en los controles. La marea no solo era de las aguas de los mares fronterizos, sino que la marea era humana, incontenible. De tal forma que las grandes ciudades de Portugal, España, Francia, Italia, Croacia y Eslovenia, Albania y Grecia estaban conformadas por megaciudades donde se hacinaban millones de inmigrantes y sus descendientes que habían abandonado sus lugares de origen para buscar oportunidades que nunca llegaron a alcanzar. Europa y el mundo occidental no fueron capaces de encontrar una solución a este drama anunciado y la gota que colmó el vaso fue el enfrentamiento entre el ejército de la OTAN, de maniobras en el Mediterráneo y las fuerzas paramilitares del “paraestado” que se extendía por una amplia faja de la costa del mediterráneo comprendida entre Tarragona y Marsella.
Así, la profesora de lenguas semíticas por la universidad de Harvard, filósofa y articulista de enorme fama en la GlobalDigitalNews, fue llamada en una conferencia que dio ante la Asamblea de la ONU y propuesta como Lideresa Mundial. Ya iba para quince años de aquel día y pensaba en retirarse. Las armas nucleares ya no existian en parte gracias a su antecesor. Ahora le tocaba a ella el reto más importante del siglo, incluso más que el de las armas nucleares.
La operación estaba estudiada, desarrollada y escrita con el objeto de llevar adelante “Planes combinados para la recuperación de los paises africanos, y otros, con el único objetivo de devolverlos a los legítimos dueños, sus pueblos”
La primera parte consistía en el asalto sincronizado -miércoles, 27 enero 2066, 00:00 Horario de Greenwich- de los palacios y residencias presidenciales de los paises enumerados, procediendo a la detención -procurando evitar el uso de las armas pero sin renunciar al uso de las mismas- de sus clases dirigentes (presidentes, monarcas, ministros y altos funcionarios), y puestas a disposición de los Altos Jurados Internacionales para su posterior juicio. La búsqueda, captura y desmantelamiento de las bases de embarque clandestinas así como la incautación y bloqueo de cuentas bancarias de origen mafioso. Este plan se llevaría a cabo por comandos especiales de los cascos azules de la ONU, llegados por via aérea desde lugares a determinar en los océanos Atlántico e índico. Por estricto mandato de la ONU se designaría a un Administrador Provisional en cada pais.
La segunda parte consistiría en la llegada por cualquier via (terrestre, marítima o aérea) de cantidades de primera necesidad a entregar para su reparto al Administrador. Estas ayudas consistirían en productos alimenticios, potabilizadoras de agua, botiquines y hospitales de campaña, así como barracones prefabricados para habilitar viviendas y escuelas con caracter temporal). Esta parte no tendría final previsible aumentando los puentes humanitarios en el espacio y en el tiempo en función de las necesidades.
La tercera parte consistiría en la llegada voluntaria de personas anteriormente migradas, priorizando a familias, y ayuda al realojo en sus antiguos paises de procedencia. En este contingente, que dejaría en pañales los antiguos planes Marshall, se incluirían miles de técnicos y profesionales, así como especialistas y profesores universitarios para poner en marcha planes de investigación, desarrollo e iniciativas de todo tipo: construcción de viviendas, planes de desarrollo agrícola reforestando las junglas, manglares y sabanas africanas, repoblando con su fauna como objetivo prioritario en una segunda fase. Escuelas, hospitales, material de todo tipo. Barcos con maquinaria agrícola e industrial, barcos con material hospitalario y bancos de órganos. Material sanitario y pedagógico. La tarea resultaba -ella lo sabía- titánica y costaría años en desarrollar al gran continente africano hasta dejarlo a la altura que sin duda exigía y hogar querido de todos sus hjos. Era un sueño de la anciana Presidenta de la comunidad mundial y a ella no le correspondería hacerlo realidad...
-Buenos días, Excelencia- la voz de la secretaria personal de la presidenta de UN resonó en la puerta- le recuerdo que dentro de dos horas da comienzo la Asamblea Mundial.
-Gracias, Emma -la presidenta cerró el dossier y lo dejó a su lado. Miró a ravés de los grandes ventanales cómo la Gran Manzana neoyorkina se envolvía en los mañaneros rayos de sol invernal. Las primeras limusinas se adentraban en el edificio llevando a los líderes de los paises más importantes del mundo. En veinticuatro horas escasas el mundo iba a cambiar. Lo sabía o al menos lo intuía. Y lo deseaba. Cuando a través de las plataformas digitales del mundo comunicara al orbe la puesta en marcha del Plan Married, presentaría su renuncia al cargo y dejaría a las nuevas generaciones el desarrollo de aquel ambicioso megaplan justiciero y compensatorio para con África.
Notaba que las fuerzas le flaqueaban debido a su enfermedad ya incurable y quería pasar los últimos meses de su vida en la aldea eritrea de sus antepasados, escribiendo sus memorias, su memoria, la Memoria del mundo que hasta entonces le había tocado liderar.
Había llegado la hora de dar un fuerte golpe en la mesa del mundo con aquel mazo de papeles que ingenuamente había denominado Plan Married.