Si alguien desea dar un paseo rodeado de agua, marismas, salitre y flamencos rosas, escuchando el silencio, no tiene más que decirlo:
yo l@ acompaño y demostraré que el paraiso existe.
A las puertas de casa.
Prometo silencio y compañía, dejando que quien me siga disfrute de un magno paisaje de silencio y color.
¿¿¿Quién se apunta???.
Prometo discreción y dejar vivir. El paraiso.
MARISMAS DEL RIO ODIEL.
¿Pero qué es eso de ponerme los dientes largooos, Jóse?
ResponderEliminar¡¡Yoooooo, me apuntooooo!!
¿Y unas gambitas con tu familia, regadas con un buen fino ;=))!!
¡Mágico entorno, qué suerte tienes onubense de lujo!
Muac
Olor a salitre.
ResponderEliminarbien definido, nuestro entorno, amigo.
Cuando el suelo se pueda pisar, ya estamos quedadndo, para ese paseo silencioso, lo dudo, lo del silencio, digo.
Mar: pues no tienes más que decirlo y te llevo a tomar unas gambitas con un vinito del Condado a un chiringuito en plena playa, solitaria, mientras vemos caer elsol,hundiendose tras el oceano.
ResponderEliminarEl paraiso existe...
Pedro, y por supuesto tú tambien, claro, para que Mar se moje en nuestro mar...