Si alguien desea dar un paseo rodeado de agua, marismas, salitre y flamencos rosas, escuchando el silencio, no tiene más que decirlo:
yo l@ acompaño y demostraré que el paraiso existe.
A las puertas de casa.
Prometo silencio y compañía, dejando que quien me siga disfrute de un magno paisaje de silencio y color.
¿¿¿Quién se apunta???.
Prometo discreción y dejar vivir. El paraiso.
MARISMAS DEL RIO ODIEL.
3 comentarios:
¿Pero qué es eso de ponerme los dientes largooos, Jóse?
¡¡Yoooooo, me apuntooooo!!
¿Y unas gambitas con tu familia, regadas con un buen fino ;=))!!
¡Mágico entorno, qué suerte tienes onubense de lujo!
Muac
Olor a salitre.
bien definido, nuestro entorno, amigo.
Cuando el suelo se pueda pisar, ya estamos quedadndo, para ese paseo silencioso, lo dudo, lo del silencio, digo.
Mar: pues no tienes más que decirlo y te llevo a tomar unas gambitas con un vinito del Condado a un chiringuito en plena playa, solitaria, mientras vemos caer elsol,hundiendose tras el oceano.
El paraiso existe...
Pedro, y por supuesto tú tambien, claro, para que Mar se moje en nuestro mar...
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