Al regreso, en el barco, me dí cuenta de que China es tan inmenso que muchos de sus miltrescientos millones de habitantes posiblemente nunca hayan visto a un occidental. Creo que esta foto que tomé -porque a mí se me escapan pocas cosas cuando salgo de mi ambiente- el señor de la izquierda simulaba disparar a su "señola", a la derecha, cuando realmente lo que estaba haciendo era captar a las "estlangelas" que viajaban al lado -mi Carmen, una de ellas-. Claro, lo entiendo prque a mí a veces me ocurre lo mismo. Por lo tanto no lo critico aunque me resultó simpático.
Qué, chula la anécdota???
2 comentarios:
Pues sí que es chula.
Y puede que Carmen este en un marco de exposición en alguna casa de Pekin jaja...
Un beso.
Igual que está el "matlimonio" en un blog, el mío.
La verdad es que los chinos son muy simpáticos.
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