Esta mañana fui a mi paraiso y paré para tirar esta foto (la de abajo fue a la caida del sol). Mientras disparaba con mi movil y gozaba de este hermoso espectáculo meditaba sobre las pequeñas cosas que nos regala la vida y que no sabemos o no queremos o no nos interesa detenernos a disfrutarlas y pensar en que estas "pequeñeces" son las que hacen la vida más fácil.
Maravilloso paraje de Marismas del Odiel, que hace erizarme el vello de emoción, del milagro que supone la enorme facilidad de disfrutar de estas maravillosas soledades, de impregnarse de sus silencios y de sus sonidos. De sus olores y de sus ráfagas de viento suave a la caida del sol.
Mi paraje, para siempre...
5 comentarios:
Que bonita fotografia y que bonita marisma, ojala la conociera...
Por cierto estas cosas son las que necesitamos para vivir verdad?
Marismas del Odiel es mi paraiso...
a lo mejor exagero, pero ahí voy cuando necesito sentir el silencio para acallarme cuando no me gustan mis cosas.
Cierto, estas cosas son necesarias para vivir... en paz.
Gracias, Nazaríes.
Estupendas fotos, dan mucha paz, estoy de acuerdo contigo en que las pequeñas cosas de la vida son las que constituyen las grandes diferencias.
Besitos Antonio
Las fotos son pasables, pero los paisajes son únicos. Te lo digo yo.
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