1.3.22

ENTREVISTA a Gurutze Gabiola Hermida

                                  «Siempre tengo hueco para quien entra en mi vida»

—Antes que nada ¿me concedes esta entrevista para El pincel de bambú? 
[Así, a bote pronto abordé a esta mujer que duda y se pregunta qué de interesante puede tener. Este entrevistador cree que sí, que la conoce lo suficiente, que ha sucumbido a su forma de ser, que incluso ha tomado café un par de veces con ella, que ha participado en algún concurso de El pincel de bambú. Nos citamos para charlar un poco antes de comenzar una actuación en el puerto de Huelva, en la tarde cálida del último día de febrero, fiesta de Andalucía que los dos celebramos como si fuera nuestra. Es su sonrisa lo que llama al dialogo, y a preguntar sobre ella mientras su grupo monta el escenario. Rodeados de cables, columnas de sonido y trajín de grupo musical, nos acodamos en las barandas sobre las tranquilas aguas de la Ría de Huelva] 
-Ohhhhhh qué gran honor, pero… ¿estás seguro de que puedo ser interesante para alguien más que para mi familia? Aquí donde me ves con tanto desparpajo, soy bastante tímida. —Eres miembro veterana del grupo pero preséntate que te conozcamos algo más.
-Me llamo Gurutze Gabiola, soy euskalduna residente en Huelva y ante todo soy una «aprendiz de la vida» 
—¿A qué te dedicas? -Soy ama de casa , esposa, madre, hija, hermana, amiga y «disfrutona» 
—¿Cómo llegaste a la música? 
-La musica siempre ha estado en mi vida, recuerdo a mis padres cantando desde que tengo uso de razón. He bailado pasodobles, tangos, vals, rumbas… con mis padres en las fiestas del pueblo desde pequeñita. Hace unos años compré un recopilatorio de Antonio Machín porque me recordó al primer casete que hubo en mi casa y me traía recuerdos entrañables. 
—¿Qué es para ti la música? 
-La música es el corazón de la vida, es el elemento más importante de toda mi existencia. 
—¿La música amansa a las fieras? 
-Estoy convencida, forma parte de la vida y es capaz de amansar, de hacer reír o llorar… a mi me ayuda mucho en los momentos malos. 
[Aquí el entrevistador quiere meter baza y le pregunta por Isis, una preciosa gata de los que ella acoge en su casa y en su jardín. «Isis sigue tan bonita y le gusta la música» me responde Gurutze] 
—Haz un poco de historia de tu grupo «Los viernes reloaded». ¿Qué papel desempeñas en el mismo? 
-Mi principal papel en el grupo era el de fotógrafa oficial, web master, publicista... Pero hubo un momento en que mi cuerpo me pedía más... disfrutaba mucho de la música y me dedicaba en cuerpo y alma a mis hijas que desde que nacieron fueron carne de conservatorio. Llegó un momento en que me pasaba el día en el coche, del conservatorio a la escuela de música en horarios diferentes y yo me pasaba las horas en el coche leyendo —otra de mis pasiones— mientras las esperaba. Así que pensé, por qué no puedo yo también matricularme, nunca es tarde para aprender. Y el curso siguiente me matriculé en solfeo y en clases de bajo. En la escuela actuábamos cada fin de curso y había una Big Band con quince músicos, ahí fue donde más aprendí y disfruté. La primera vez que me dejó el grupo LOS VIERNES tocar Satisfaction de Rolling fue en la sala Antártida de El Portil, fue una noche apoteósica para mi, mis nervios, mi vergüenza y las mujeres y novias de los otros miembros del grupo que se volvieron locas conmigo —[Gurutze sonrie al recordar aquellos primeros tiempos musicales. La conversación fluye amena mientras el grupo trajina para montar el escenario a pie de paseo. En pocos minutos debe tomar su puesto «Guru»]—. A partir de ahí el Satisfaction fue mío en todos los conciertos. Después el grupo se rehizo para llamarse LOS VIERNES RELOADED, y comencé a colaborar tocando más temas.¡Madre mía, creo que me estoy extendiendo demasiado! 
[El entrevistador no lo cree así y deja que la bajista hable de su pasión. Las aguas de la ría reflejan rayos solares que alargan las sombras. El concierto va a comenzar] 
—¿Se puede vivir sin música? 
-Bueno, yo hablo por mi y he de decirte que en mi vida la música es fundamental. Tengo una banda sonora emocional muy amplia... y sigo descubriendo temas maravillosos cada día. Además te diré que la música une mucho... tuvimos una Asociación Cultural y Musical —Sinfonía XXI— donde conocimos a muchos artistas de música, poesía, pintura, fotografía, etc. Así que, NO, no se puede vivir sin música. 
[El entrevistador, llegado este punto, se palpa con disimulo: ¡y yo con estos pelos!] 
—Se dice que los viejos rockeros nunca mueren. ¿Y las rockeras, qué? 
-[Ríe con ganas] Yo soy Rockera de nacimiento, adoro el blues que es en esencia de donde nació el rock. Pero me gustan muchos estilos de música menos el reguetón que no soporto —y corta la risa con las mismas ganas. A mi me ponen cualquier música movida y soy la más bailonga... de toda la vida oiga —renace su sonrisa. 
—Me han dicho que sientes verdadera pasión por los corazones y las figuras en forma de corazón. 
-Soy la tonta de corazones, pero te juro que no los busco... simplemente aparecen y los veo, me gusta fotografiarlos y que quede constancia de que no me los invento. Veo un corazón y me sale una sonrisa y pienso... ¡esto es bueno! Me encanta que la gente fotografíe un corazón y me lo mande por WhatsApp o me etiquete en Facebook, es bonito que la gente piense en ti cuando ve un corazón. 
—¿Cómo es el tuyo? 
-¿Mi corazón? Es grande, más grande de la media y no es broma, me lo dijo un médico cuando era jovencita... me dijo que tenía el corazón de deportista. Por eso creo que me cabe tanta gente en él; siempre tengo hueco para quien entra en mi vida. 
—«Partío» por la mitad o entero, a ver ¿de dónde es y dónde te gustaría tenerlo, dónde envejecer? ¡¡¡cuando llegue!!! 
-“Partío” nuncaaaaa... da igual donde viva o las veces que me haya mudado, ya te digo que tengo el corazón grande y todo lo que entra se queda. Ya sea Euskadi, Galicia, Andalucia... Donde me lleve la vida allí estaré feliz con los míos y envejecer con la gente que me quiere y a la que quiero es lo más importante, ya sea aquí o en Groenlandia. 
—Un paisaje: 
-Un acantilado con mar (costa y montaña) 
—Una comida: 
-Una buena fabada 
—Una bebida: 
-Un Ribera del Duero (y un botellín de agua) 
—Un instrumento ¡musical, claro! [Risas]: -A ver déjame pensar: Mi Jazz Bass Aerodyne (bajo eléctrico) —Tu ídolo musical: 
-Uffff me lo pones difícil porque tengo tantos, pero te diré tres: *Prince (del cual tengo tatuado su logo en mi tobillo derecho)[Me lo muestra]; *Norah Jones, y el tercero, *Alfredo 335 (guitarrista y cantante de Los Viernes Reloaded). 
—Me ha encantado la entrevista, ¿y a ti? 
-Por supuesto que me ha encantado, me ha hecho recordar tantas cosas... se me ha quedado la sonrisa puesta y el corazón agradecido. Y por supuesto, es un gran honor para mí aunque me siento un poco intimidada pues no considero que mi vida sea tan interesante. 
[La sonrisa es permanente en esta gran mujer y su corazón es grande. El entrevistador también queda «total satisfaction» de Gurutze Gabiola] 
—A ver, despídete en tu lengua materna, en tu lengua de corazón. 
-Eskerrik asko nere laguna, musu andi bat eta ikusi arte. 

Acabamos una agradable conversación mirando las aguas de las marismas del rio Odiel. A nuestras espaldas, la ciudad. Una mujer maravillosa de la que me despido. Corre a ocupar su lugar en el grupo, entre el guitarrista y la cantante. La noche cae y los focos se encienden. Gracias, Guru. De todo corazón. Le da tiempo a decirme ya en el escenario con su bajo en bandolera: «Me hubiese quedado dos horas más, me ha quedado mucho por decir»

1 comentario:


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