14.11.21

Lo dulce, mola

                  «Una noche de luna llena en [el barrio de] Santa Cruz es canela fina»

                               «A las mujeres nos encanta que nos hablen de emociones»

                          


Imposible cuadrar nuestras agendas y calendarios. No nos encontramos separados por insalvables miles de kilómetros ni siquiera por cientos. Qué va. Escasos noventa entre mi ciudad y la suya. Es escritora, pero muchas más cosas y siento curiosidad por conocerla. Ya me había hecho a la idea de mantener esta entrevista en mitad de un puente que une Triana y Sevilla, esa Sevilla que tanto amo y que tanto odié, esa Sevilla que recorrí con las manos en los bolsillos, silbando, paseando a falta de algo más ameno en mi adolescencia de internados y tristezas. Esa Sevilla de prohibida y prohibitiva Feria de Abril en el céntrico Prado de San Sebastián y que ahora se expande plus ultra, en una impersonal explanada extrarrío. En fin, mi ilusión de entrevistar a esta mujer entre dos orillas, apostados en mitad del puente que divide en dos la ciudad se ha chafado. Ella, claro, ha debido cambiar la luna en Triana por la luna de Valencia por cosas de sus novelas. Y no hay más que decir. Bueno, tal vez sí, que queda la esperanza…

—¿Te llamo Calista, Rosario o Chari? 

Si vamos a hablar de literatura romántica, llámame Calista. En el ámbito del teatro y de la narrativa infantil me conocen como Rosario. Si quedamos para tomar una cervecita, puedes llamarme Chari o Marichari.  


—Calista, de tu respetable y amplio bagaje literario (...) ¿de cuál de tus creaciones te sientes más orgullosa? 

 Todas me han reportado buenos momentos, pero, si tengo que quedarme con alguno de estos momentos, los relacionados con las representaciones teatrales, los eventos románticos y las presentaciones de los cuentos han sido los más destacables.


—Hoy se lleva mucho decir eso de... «mi zona de confort». ¿Cuál es la tuya literariamente hablando? ¿eres perezosa para moverte? 

 El confort me lo proporciona la sensación del trabajo bien hecho. No soy muy de acomodarme; me motivan los retos, no me apetece levantar barreras. En el ámbito literario, me cuesta decir «no». Una vez que me proponen, me lanzo. El mayor estímulo para la creatividad es precisamente huir de la zona de confort.


—¿Lo tuyo es literatura de y para mujeres? ¿si te lo pregunta el ABC es el abecedario y si te lo pregunta un servidor como "sabelotodo" es micromachismo? 

  Estoy acostumbrada y no me ofendo. Cuando escribo novela romántica, soy consciente de que el público al que irán dirigidos estos textos será mayoritariamente femenino. A las mujeres nos encanta que nos hablen de emociones. Además, los resultados que las estadísticas arrojan indican que el porcentaje de mujeres lectoras supera al de hombres. ¿Debería entonces quejarme? Me siento afortunada porque mis libros gustan especialmente a las mujeres, que son las que más leen.


—Me han dicho que dijiste «escribiendo es como soy más yo» ¿lo mantienes o debes puntualizar? 

 Lo mantengo. Hay quien nace con un pan bajo el brazo y yo nací con el bolígrafo en la mano. Es mi herramienta de comunicación por excelencia, disfruto escogiendo las palabras, haciendo combinaciones con ellas. Nunca deja de impresionarme la capacidad que tienen las palabras para transmitir mensajes. Para mí es pura magia.


—¿Cometo pecado si te confieso —¡en esta entrevista!— que la única literatura romántica que he leído en mi vida fue una novela de Corín Tellado que me prestó a escondidas mi hermana en los años sesenta? 

 Soy una persona muy respetuosa con los gustos y preferencias ajenos. Eso sí, nunca dejaré pasar la oportunidad de recomendar a los reacios que hagan alguna incursión en el género. La variedad de temáticas, estilos y autores es brutal y siempre es bonito descubrir cosas nuevas y dejarse sorprender, porque te aseguro que eso es lo que ocurrirá una vez que leas algunas de estas novelas.


—Háblanos de las Avispas de ojos azules, tu última obra, y véndenosla. 

 Según mi editora, es la mejor novela que he escrito hasta la fecha. No sé si es verdad, lo que sí puedo asegurarte es que he arriesgado mucho en ella. Eso se nota y ya empiezo a recibir el feedback. Cuando eres generoso, los lectores lo perciben y te devuelven el mismo cariño que tú le pones a lo que escribes. Estoy muy orgullosa de mis Avispas y sé que aún tienen un largo recorrido por delante. Confío en que llegarán a mucha gente y que sus historias enamorarán. 


—Al margen de tus méritos literarios me han informado de que también te atreves con la Semana Santa. ¿Macarena o Esperanza? 

 Soy una trianera que se bautizó en la Macarena. Me encantan las dualidades, aborrezco las etiquetas y creo en los grises. En mi mundo hay espacio para todo.


—¿Tu Caperucienta es a tu Blancadurmiente lo que tú, Calistanaranjo es a ti, Rosariodulce? Es decir ¿metafóricamente, en tus facetas, eres macedonia de fruta o gazpacho veraniego (del que también y tan bien se vive)? 

 Parece que tengo una fijación con el gazpacho porque últimamente he escrito un cuento donde tiene otra vez especial protagonismo. Soy una mezcla de muchas cosas, de muchos referentes, de muchas lecturas, de muchas vivencias, de muchos gazpachos y muchas frutas. Disfruto de todo; eso sí, hablarme a mí de verano es como darle un tarro de miel a un oso. El verano conlleva una suerte de libertad que a mí me hace muy muy feliz.


—Mójate y dime qué te parece eso de tres 'tíos' en una «Carmen Mola». 

 Que si a la gente le mola, ¿por qué no? He leído planteamientos en todas las direcciones y estoy un poco a favor y un poco en contra de cada uno de ellos. Al final, es puro marketing y todo lo que discutamos al respecto no cambiará en nada el resultado: Carmen Mola seguirá vendiendo, es más, aumentará su número de seguidores porque la curiosidad es el acicate más grande para el éxito. ¿Cómo consiguen escribir a seis manos y parecer una sola persona? ¿De verdad que consiguen engañar al lector disfrazándose de mujer o el planteamiento de los temas y los recursos que utilizan los delatan? Yo creo que han acertado de pleno, otra cosa es que sea o no legítima la manera en que lo han hecho.


—¿Te revisan tus obras o eres suficiente poniéndote los puntos sobre las íes? ¿Necesita 'niquelado' esta entrevista? 

Además de escritora, soy correctora profesional. Desde hace años, compatibilizo ambos trabajos y los dos me llenan. Con todo, cuando publico con editorial los correctores hacen su trabajo. Aconsejan, proponen, enfrentamos criterios cuando es necesario. Siempre estoy abierta a aprender.

En cuanto a tu entrevista, te diré que, hasta el momento, estoy respondiendo a una de las mejores que me han planteado. Me estoy divirtiendo y siento esa burbujeante excitación que te provoca la novedad. Hay preguntas bastante interesantes y me haces pensar.


—¿Luna en Triana o sol en Sevilla? 

Mi sol, mi luna… Sol en Triana y Luna en Sevilla. No es por llevarte la contraria, pero la luna en Sevilla tiene un poder cautivador. Una noche de luna llena en Santa Cruz es canela fina. Para el mediodía, mejor alrededor del río. Aquí no tenemos playa, lo más cerca del agua que podemos situarnos es en paralelo al Guadalquivir. Hay unos veladores estupendos en la calle Betis para castigarse la piel.


—¿Sé que te encanta, como a un servidor, el chocolate, pero... blanco o negro negrísimo? 

De todos los colores. Soy una golosa sin remedio y cualquier dulce me priva. Si estás pensando en hacerme un regalo, entre unas flores y una caja de bombones, adivina…


—Antes de que se me olvide ¿cuál es tu próximo proyecto? 

Estoy terminando un libro de cuentos ilustrados y a cuatro manos con mi amigo Javier Torres, con quien publiqué los dos libros de relatos de Semana Santa. Algunas publicaciones en antologías solidarias y la reedición de Nada que perder, una fantasía romántica de la que he recuperado los derechos. 


—¿Dónde y cómo se pueden adquirir tus obras literarias? Están todas disponibles en las principales plataformas digitales y especialmente en Amazon, donde tengo página de autora (amazon.es/Calista-Sweet/e/B07RYJ9MJ2). En librerías también pueden pedirse algunas como No me digas que no, el cuento de Caperucienta, Blancadurmiente... y que no te lo cuenten o los dos volúmenes de Cuentos y relatos inéditos de Semana Santa.


—¿Prefieres Arrivederci o Condiós? 

Me quedo con «Hola», que me dan mal rollo las despedidas. Pero antes de decirnos adiós debemos emplazarnos para una próxima Reserva para dos en Ningún mar en calma y que nos cuenten La leyenda de la mariposa azul, que no es Solo una aventura. Me reconocerás porque iré Con pata de palo y te saludaré con un Arrivederci, Roma. No me digas que no

                               

 Pues nada, aquí tenemos tres nombres de verdad en una persona. Ha sido un pequeño duelo a títulos de su extensa obra, que si gazpacho, que si avispas, que si mariposas, que si arrivederciroma, que si ese mensaje nada subliminal de no me digas que no… y ya sé que cuando quedemos de verdad, he de llevar una caja de bombones de esas que anuncian por la tele. Aunque un poco cursi me parece, pero Calista bien debe valer una caja roja de chocolatinas aunque sea a pleno sol en mitad de un puente entre Sevilla y Triana, para por fin llamarla Chari. 

En fin, visitar las redes de la polifacética Rosario, sus páginas en Amazon, es quedar atrapado en una obra para todos los gustos, por variada, como sus obras de novela romántica: Y de repente, un beso; Solo una aventura; Reserva para dos; No me digas que no; Ningún mar en calma; Nada que perder; Mi sol, mi luna; La leyenda de la mariposa azul; y como ella ya nos ha comentado, la última, Avispas de ojos azules, una trama entre madre e hija, Caterina y Tamara.

Muchas gracias a mi compañera en el listado de agradecimientos de otra autora de letras y libros, amiga mutua —María Laso— y por quien gracias a ella he tenido la oportunidad de entrevistar en forma «divertida» pero formal y seria a Calista (Sweet) Dulce Escritora. Gracias ‘sine qua non’ a ambas por ayudarme a vencer la timidez aunque yo no sea «prota».

 

 —Y para despedirnos aunque sea virtualmente y de repente... ¿un beso, Marichari?¡sin mal rollo! 

  Las mejores cosas son las que llegan de repente. Como tu entrevista. Muchas gracias a ti por contar conmigo. Ha sido un auténtico placer que me reserves un espacio en El pincel de bambú. Gracias de corazón. 

2 comentarios:


Me encantan las visitas.
No lo dudes, amig@... y entra, las puertas están abiertas de par en par.
Comenta, critica, sugiere, aporta.
Enriquece mi bloc.
No aceptaré anónimos...

G R A C I A S