28.6.12

Fútbol, y GOLAZO, de altura

La foto es descargada de la red, pero se parece asombrosamente a la realidad que narro
Yo colgué las "botas" para siempre cierto día.
Nunca más volví a jugar al fútbol, pero no porque me lesionara, no, sino por un gol que metí.
Aquello era un campo de fútbol de tierra, y no como ahora que casi se forma un conflicto internacional porque no se riega el campo antes, o el césped está un centímetro más alto o más bajo. Era un partido de los muchos que jugábamos por auténtica afición y sin otro ánimo que el pasar el rato. Eso sí, once contra once y un partido con todas sus reglas.
No habían pasado DOS segundos desde que el delantero sacara desde el punto central, y me llegó el balón (que no esperaba pues yo me encontraba situado a sus espaldas) cuando, sin siquiera pararlo, le arreé un puntapié y durante escasamente TRES segundos el mundo se detuvo. Se detuvo porque era el balón que yo había chutado desde detrás del círculo central el que, en un semicírculo perfectamente definido -que durante una fracción de segundo eclipsó al astro rey que inclemente caía sobre el campo- pasó perfecto, solemne, con el portero clavado, mirando incapaz, mientras el resto de los jugadores contenía el aliento cuando limpiamente aquel humilde balón "de reglamento" se estrelló contra la "red".  Cincuenta metros de órbita maravillosa que me valió el casi morir asfixiado de los abrazos de mis compañeros... y de los contrincantes.
Pero no había ni televisión local (¿¿¿PERO CÓMO PODÍAMOS VIVIR SIN TELEVISIÓN LOCAL???), ni padres vitoreando los aciertos de sus niños y aullando los errores de los contrarios. Ni siquiera público. Allí no había ningún dispositivo televisivo (la tele la veían entonces cuatro ricos de Madrid) que hubiera dejado constancia de aquel auténtico golazo, que a ningún "crack" de hotel de cinco estrellas y jaguar ni a nadie he visto jamás como el que yo metí. Cierto como lo cuento.
             Colgué las "botas"... claro.

6 comentarios:

  1. No te lamentes que a mi me echaban por guason.

    Nunca me gusto el fútbol.

    saludos

    ResponderEliminar
  2. Ese gol tan afortunado tiene más valor que el gol a lo panenka del niñato de Sergio Ramos.

    Por el momento, el lugar y el protagonista.

    Lo que se perdió el mundo del futbol¡¡¡ :)))

    ResponderEliminar
  3. Pedro
    a mi no me echaron. Después de aquel gol mio, ya estaba todo dicho. Y me fui.

    ResponderEliminar
  4. Beni
    noto un cierto cachondeito en tus palabras, pero puedo asegurarte que fue un auténtico golazo.
    :(

    ResponderEliminar
  5. Beni
    Ya sabía yo que eres una lectora inteligente...
    Ocurrió tal y como lo digo, y yo no era mal pelotero, no.

    ResponderEliminar


Me encantan las visitas.
No lo dudes, amig@... y entra, las puertas están abiertas de par en par.
Comenta, critica, sugiere, aporta.
Enriquece mi bloc.
No aceptaré anónimos...

G R A C I A S