20.1.11

El chef Pichardo... y su esposa.

Pichardo y Maite, su mujer, los que cada día nos dan -bastante bien- de comer en la fábrica. Su futuro está ligado al nuestro, o sea que lo tienen solamente regular. Pero ellos no se arredran y seguramente acaben montando, en el futuro, un pequeño restaurante. Ya daré noticias cuando ello ocurra, y lo haré saber a los cuatro vientos. Porque se lo merecen...

Tortilla española y bistec de hígado a la plancha con salsa verde. Fruta, cerveza Sin y pan integral. Y así, variado, cada día, es lo que Pichardo cocina para los trabajadores.
Desde el comedor se ven las instalaciones paradas, inermes, solitarias, vacías, improductivas... pero también se divisa el mar. El futuro no puede ser tan negro, después de todo, si queda el mar...

6 comentarios:

  1. Un abrazo de esperanza, José Antonio. Tienes razón: no puede ser todo malo...

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  2. en esa comida falta lago de verdura. mira que una mala alimentacion, produce bajones mentales.

    cuidate,

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  3. Coincido con Pedro, falta algo de verdura aunque de todos modos, la comida tiene un aspecto excelente, casera, casera. Aunque si me dan hígado me muero, jamás me ha gustado.
    La esperanza, lo último que se pierde

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  4. Hay dos primeros platos y dos segundos a elegir. La comida es variada.

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  5. Jose di que por un día que no se coma verdura, no pasa ná...
    Un beso

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  6. Yo espero que quede siempre el mar, pero para verlo desde tierra adentro.

    Un abrazo.

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