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17.10.10

Artículo en Odiel Información


Opinión
Antonio Martín


Duel
15/10/2010
Hace poco me sentí como el protagonista de una de las primeras películas de Spielberg. Me dirigía en el coche, como todos los días, hacia mi trabajo desde Punta Umbría. Justo en la curva que precede al puente sobre el Odiel, mi tranquilidad se vio interrumpida por unas luces que se acercaban peligrosamente desde atrás. Era sin duda el típico conductor agresivo que quería adelantar de cualquier modo. Como yo mismo estaba adelantando, decidí ignorarlo; a lo que él respondió adelantándome por la derecha a un palmo tanto de mi vehículo como del que tenía delante por su lado. Indignado, le hice una ráfaga con las largas en señal de protesta. Fue entonces cuando comprendí que, más que ante un conductor agresivo, estaba ante un auténtico psicópata, ya que acto seguido comenzó a dar frenazos delante de mí, y poco faltó para chocarme con él o con el de detrás. Cuando se cansó, pisó a fondo y lo perdí de vista. Pero cuál fue mi sorpresa cuando, al cruzar el puente, que yo seguía recto, veo un coche que antes de girar a la derecha pega súbitamente un volantazo hacia mí. Casi pierdo todo control. Era aquel diablo, que de algún modo había estado esperándome para intentar culminar su particular y desquiciado duelo automovilístico. Más tarde, más tranquilo, mi pensamiento era sólo uno: “¿Quién habrá sido el imbécil que le aprobó el test psicotécnico a aquel cavernícola?”. Por cierto, la película, de 1971, se llama ‘El diablo sobre ruedas’ (título original: ‘Duel’), y se la recomiendo…, a no ser que usted esté loco, claro.

7 comentarios:

joseAntonio Bejarano dijo...

Muy interesante este artículo porque quién no ha sido víctima alguna vez de un burracomotorizado??

Laura.M dijo...

Pues sí nos pasó una vez.
Un payaso nos adelantó y no dejaba que lo pasaramos, siempre que intentabamos adelantar se ponía en medio de la carretera.
Hay mucho loco al volante.
Yo los llamo asesimos de carretera,por las victimas que provocan.
Recuerdo la película y el miedo que refleja.Es un fiel ejemplo de estos casos.
Un beso.

Pd.Ya he visto que sigue gustandote Béjar:)

Mercedes Pinto dijo...

Locos, los que quieras y por todas partes. Hoy, sin ir más lejos, en el Tívoli, delante de cientos de niños que disfrutaban del parque de atracciones, dos idiotas, no sé por qué, se han liado a puñetazos como locos. No te cuento lo que se ha montado. Yo me pregunto ¿quién se ocupó en su momento de la educación de estos energúmenos?
Es para reflexionar.
Un saludo.

Mar Cano Montil dijo...

Pues mi marido sin ir más lejos, Jóse, ha sido también víctima de un burraco/bellacomotorizado... uf... creo que pasé más susto yo cuando me lo contó, que él mientras lo vivió...

La verdad es que da miedo, pero el mundo está plagado de chalados o individuos amargados que sólo se divierten infligiendo su dolor (amargura) no resuelto (o mal resuelto) al prójimo.

Por cierto, la peli de "El diablo sobre ruedas" es una de mis preferidas; la historia de como llegó Spielberg a concebir la idea de la peli es muy interesante...

Un abrazo.

Mar Cano Montil dijo...

¡Ah, se me olvidaba...! Estás mu guapetón en la foto del "hall" bloguero ;)

joseAntonio Bejarano dijo...

Laura, Mercedes, Mar...
este artículo es obra de un amigo mio, columnista de un diario local. Me ha parecido tan de la gente de la calle, que todos lo hemos vivido, que hemos sido víctimas de estos asesinos en potencia, que me ha parecido oportuno robarlo e incluirlo en mi blog.
Gracias por vuestras aportaciones, y gracias Mar por el piropo...
Un beso a las tres...

felix dijo...

Jose Antonio...

Pues tú estimado amigo Antonio Martín ha descrito lo que tristemente solemos "encontrarnos" día sí, día también... sólo que este energúmeno (por llamarlo suavemente) estaba jugando con la vida del prójimo. Sin duda, estos señores debían estar entre rejas...

Un abrazo

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