Aunque es una pequeña bobada, mejor un capricho, que después de tantos años saquen fotos ajadas color sepia, he aquí una señora de la que siempre he escuchado contar historias -todas buenas- y que nunca, hasta ahora, había visto ni en fotografía.
En persona, obviamente, tampoco la conocí.
En persona, obviamente, tampoco la conocí.
La madre de mi padre y de Ángel...
la adorada abuela
Victoria Gil Cáceres
la adorada abuela
Victoria Gil Cáceres
2 comentarios:
Pues yo creo que esta mujer tan guapetona estará orgullosa, allá donde esté, de que su nieto le brinde este bonito recuerdo.
Un besote.
Mar, amiga, que alegria el verte de nuevo...
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