Mientras palpite el corazón de un alma judía,
y rumbo al Oriente dirija la mirada.
No estará perdida aún nuestra esperanza,
esa esperanza de dos mil años,
de ser un pueblo libre en nuestra tierra,
la Tierra de Sión y Jerusalem.
y rumbo al Oriente dirija la mirada.
No estará perdida aún nuestra esperanza,
esa esperanza de dos mil años,
de ser un pueblo libre en nuestra tierra,
la Tierra de Sión y Jerusalem.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan las visitas.
No lo dudes, amig@... y entra, las puertas están abiertas de par en par.
Comenta, critica, sugiere, aporta.
Enriquece mi bloc.
No aceptaré anónimos...
G R A C I A S