Las he tenido guardadas, un poco por pudor ante los acontecimientos de aquella Tierra que considero tambien mía —aunque nunca la haya pisado por mucho «Hasta el año próximo en Jerusalen» que hay intercambiado con mis amigos de allá—. Pero me he dicho por qué guardar una camiseta y no lucirla sino con sencillez y humildad. Qué ha hecho, me pregunto, el pueblo judío de Israel para andar escondiendo y ocultando mis simpatías por el pueblo otrora maldito.
Israel desde 1948 está obligado a defender sus fronteras. Es un hecho que no precisa explicación. En octubre de 2023, comandos terroristas entraron en territorio israelí y asesinaron a 1.200 ciudadanos israelíes y secuestraron a 200 (de los que, aún muchos de estos, se siguen sin noticias). Se ha desatado la ira judía y las puertas del infierno están abiertas. Están muriendo a miles de palestinos, es un hecho también incontrovertible, pero no puedo soslayar que muchos ciudadanos palestinos —que no quieren en ningún pais limítrofe— son usados como parapeto de los terroristas que gobiernan la parte marítima de Palestina.
¿Netanhayu, criminal de guerra? Posiblemente, y la Justicia algún dia le pedirá cuentas. Pero también es verdad que es un dirigente elegido democráticamente y que, como él dice, si cae Israel, cae Europa. Es así, y el pueblo se lo demandará. Pero mientras tanto —ojalá acabe pronto la guerra y dejen de morir inocentes de ambos lados y que aparezcan los judíos sepultados en vida, con vida—, Israel es un pueblo unido ante la barbarie terrorista del Hamás. Así pues yo, ¡fuera miedos! apoyo a Israel (en contra de las tesis del gobierno de mi pais) porque quiero el sistema de vida que representa esta bandera y no la que representa el creciente rojo en otras banderas de intolerancias. Shalom
NOTA: Gracias, Theresa, por tu regalo. Saludos y "Hasta el año que viene, en Jerusalem", en el Muro.
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