En décadas pasadas la mujer no podía ni abrir una cuenta corriente bancaria. Era MACHISMO.
Hoy, un machista saca a su mujer como florero sin dejarla, —¡qué digo dejarla!— invitarla a salir y defenderse por sí misma, por ella misma.
Es puro machismo, paternalismo, impropio de un señor que tiene en sus manos el gobierno de la Nación.
Déjela que se defienda desde los atriles que ella tan bien sabe usar para beneficio de la Comunidad universitaria, del Saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario