1.12.23

En efecto, una mariposa

EN EFECTO, UNA MARIPOSA
La columbita es un mineral compuesto de hierro y niobio, que a su vez mezclado o aleado con el tantalio, forman eso por lo que Gasira Thibasu se ve obligada a acudir cada día al tajo. Un tajo donde le pagan unos míseros francos congoleños insuficientes para ayudar a su numerosa familia y tratar de ahorrar para algún dia huir de aquel pais inmensamente rico en recursos naturales y mineros. Gasira cada día, se ve obligada a pasar por un chico —estos le llaman Mariposa—, se introduce por uno de los agujeros cargada con un martillo y una bolsa de deporte sucia con un gastado logo de Adidas. Dentro martillea —en compañía de otros chavales, en medio del polvo, la oscuridad y las toses— aquellas rocas por las que poco a poco el polvo megruzco va cubriendo y taponando sus jóvenes bronquios.
Cuando tiene la bolsa de adidas llena, sale al exterior de aquel terrible campo de toperas, pasa un control militar y entrega el contenido de la bolsa. Tose y bebe antes de volver a entrar. Algún día ella también tendrá uno de aquellos dispositivos o pantallas que fabrican en el lejano Japón con el preciado mineral que solo se da en aquella áspera tierra. Por ahora se conforma con entregar su niñez adolescente en aquel infernal cam

po minero de coltán con que fabrican los móviles y pantallas para niños del hemisferio norte del mundo. Gasira, también llamada «Mariposa» en la mina, no es consciente de que su niñez está siendo robada; simplemente se ajusta, ciñéndose un poco más la sucia camiseta a sus pequeños pechos de naciente mujer de catorce años, hacerse pasar por un chico... y volverse a enclaustrar en la topera, arrancar el maldito coltán y seguir soñando con salir algún dia de aquella perdida aldea entre las fronteras de República del Congo, Uganda y Sudán...
(COP25 Madrid-Spain 2019)