© El blog con cero lectores, pero aquí estoy en el espacio de mi libertad. No espero a nadie aunque cualquiera es bien recibido. Gracias a mi BLOC ABIERTO DE PAR EN PAR donde encontrarás desde 2009 temas variados.

1.12.23

En efecto, una mariposa

EN EFECTO, UNA MARIPOSA
La columbita es un mineral compuesto de hierro y niobio, que a su vez mezclado o aleado con el tantalio, forman eso por lo que Gasira Thibasu se ve obligada a acudir cada día al tajo. Un tajo donde le pagan unos míseros francos congoleños insuficientes para ayudar a su numerosa familia y tratar de ahorrar para algún dia huir de aquel pais inmensamente rico en recursos naturales y mineros. Gasira cada día, se ve obligada a pasar por un chico —estos le llaman Mariposa—, se introduce por uno de los agujeros cargada con un martillo y una bolsa de deporte sucia con un gastado logo de Adidas. Dentro martillea —en compañía de otros chavales, en medio del polvo, la oscuridad y las toses— aquellas rocas por las que poco a poco el polvo megruzco va cubriendo y taponando sus jóvenes bronquios.
Cuando tiene la bolsa de adidas llena, sale al exterior de aquel terrible campo de toperas, pasa un control militar y entrega el contenido de la bolsa. Tose y bebe antes de volver a entrar. Algún día ella también tendrá uno de aquellos dispositivos o pantallas que fabrican en el lejano Japón con el preciado mineral que solo se da en aquella áspera tierra. Por ahora se conforma con entregar su niñez adolescente en aquel infernal cam

po minero de coltán con que fabrican los móviles y pantallas para niños del hemisferio norte del mundo. Gasira, también llamada «Mariposa» en la mina, no es consciente de que su niñez está siendo robada; simplemente se ajusta, ciñéndose un poco más la sucia camiseta a sus pequeños pechos de naciente mujer de catorce años, hacerse pasar por un chico... y volverse a enclaustrar en la topera, arrancar el maldito coltán y seguir soñando con salir algún dia de aquella perdida aldea entre las fronteras de República del Congo, Uganda y Sudán...
(COP25 Madrid-Spain 2019)

7.11.23

La hija del Emir

Salama, hija del Emir
La noche se avecinaba con rapidez y las sombras caían sobre las callejas de la judería. Dos soldados escoltaban a Iosef Aboacar quien se hacía conjeturas sobre la responsabilidad que la real Casa estaría a punto de echar sobre sus espaldas. Asió con fuerza el zurrón de piel donde guardaba su escaso instrumental médico. Nada sabía sobre la identidad del paciente y menos aún la enfermedad de que se trataba. El palacio estaba en silencio y los candelabros ya comenzaban a ser encendidos. Un oficial le franqueó el paso acompañándolo y recorriendo juntos las majestuosas estancias del alcázar.
Recorrieron pasillos decorados con el gusto que se le atribuía al Gran Califa. El silencio se veía turbado con el paso de la pequeña comitiva que acompañaba al médico cordobés. Cuando llegaron a las estancias privadas lo dejaron solo hasta que fue llamado a acceder a un dormitorio. Allí se encontraban otros dos médicos a los pies de una cama. A un lado Lope Gascón vestido con sobriedad, con expresión asustadiza, que miraba a un lado y a otro incómodo, arrancado por fuerza de su Toledo e invitado a viajar a la capital del califato. Al otro lado del lecho Abdul Qasim, médico oficial de la Corte quien rehuía las miradas y buscaba nervioso la de quien yacía en la cama. Sudorosa, con temblores, con un insano color cerúleo, una niña de espesa melena oscura y color de ojos extrañamente verdes, miraba sin ver, su cuerpo dejaba traslucir a simple vista los huesos de su cara y de sus hombros. Sin más preámbulo los tres galenos comenzaron a intercambiar opiniones mirando de vez en cuando a la enferma. A su lado el aya se afanaba en atender a la real paciente. Pronto comenzaron las disensiones entre los médicos: Abdul Qasim opinaba que los síntomas que presentaba Salama eran fiebres imposibles de atajar salvo con compresas de agua fría en la frente por un lado, y abrigo para preservar el calor por otro, y pedir por ella a Allâh el Clemente, Misericordioso.
Lope Gascón opinaba que habría que descubrir el cuerpo de Salama a fin de poner una serie de sanguijuelas para depurarle la sangre malsana, e imprescindible implorar a los santos. Los dos médicos se enzarzaron en una discusión debido a la osadía «pecaminosa» de Lope al pretender desnudar y mirar el cuerpo de mujer. Abdul Qasim se mesaba los cabellos ante tamaño despropósito y Lope Gascón contrarrestó mofándose de la serie de ungüentos y aguas medicinales de innumerables plantas que el médico cortesano decía tener en la botica de palacio. Estaba a punto de llegar el padre de la muchacha y Iosef Aboacar, hasta el momento atónito ante aquella discusión médica cargada de envidias y prejuicios, calló ante la entrada del padre de la joven muchacha.
Se abrieron las puertas del dormitorio y un edecán anunció:
—¡Humillaos y mostrad vuestros respetos besando la mano de Abd al-Rahman ibn Muhammad al-Nasir li-Din Allàh, Primer Califa de Córdoba y Príncipe de los creyentes!
Todos se inclinaron ante Abderramán III, el soberano del antiguo territorio hispano. De mediana estatura, entrado en carnes, mostrando parte del cabello pelirrojo bajo un turbante, caminaba retirándose un sencillo caftán. Aceptó los saludos de los convocados, ofreciendo su mano —aunque el judío simplemente hizo amago de besarla—, y a su señal le expusieron la situación de su hija. Iosef Aboacar retomó su diagnóstico consciente de que sus dos colegas habían discrepado sin la presencia del soberano. Ahora el Emir disponía de los tres pero Aboacar trató de no amilanarse ante el Poder del Gran Califa.
—Mi señor, vuestra hija sufre una enfermedad muy grave, vistos los síntomas claros que hemos podido apreciar en ella —Abderraman III se adelantó y miró a su hija, bastarda pero no por ello menos querida; con un leve gesto de su mano invitó al médico judío a que continuara— mi señor, vuestra hija debe ser... desvestida y examinada. Me pregunto si es imprescindible, y mi opinión y la de mis ilustres colegas es que sí.
Lope Gascón y Abdul Qasim se miraron y asintieron con la inquietud reflejada en sus rostros ante la previsible reacción del Califa. Abderraman III miró a los tres y dijo con sencillez:
—Sea. Yo acudiré a la mezquita porque Dios desea que Salama, mi muy querida hija, viva, Inshallah—. Y tal como había entrado, salió del dormitorio con sus ojos azules humedecidos en lágrimas.
Se inclinaron en reverencia los tres médicos y quedaron con sus propias responsabilidades ante la vida o la muerte, la salud o la enfermedad de Salama.
Con la ayuda del aya real, los tres pusieron en común sus conocimientos y estuvieron durante varias semanas tratando a Salama a pesar de las reticencias primeras, el diagnóstico, la cura y la convalecencia, a saber:
Iosef Aboacar diagnosticó como «tisis» que remitía con fiebre, delgadez y toses acompañadas de esputos sanguinolentos de los pulmones.
El tratamiento consistió en una mezcla de determinadas hierbas medicinales, preparada por el médico musulmán Abdul Qasim; una estricta dieta alimenticia a base de caldos, tisanas y pucheros, recomendada por Lope el médico cristiano; y por el examen corporal de la paciente, diagnóstico acertado y cambio en el modo de vida a cargo de Aboacar cuya ciencia consistía no en reponder tal como se veían obligados otros médicos, sino en preguntar y preguntarse de forma continua «por qué, desde cuándo, hasta cuándo, cuánto» ante los misterios del cuerpo humano, el dolor, la salud, el comienzo y el final de la vida. La receta consistió en la limpieza a fondo de la habitación con sales fumantes, el aseo personal diario de paciente y servicio con agua fresca exenta de aromas, ventilación y aireación, orientación del aposento real buscando el sol o la sombra, y aislamiento en Mdina Zhara, lejos de aglomeraciones urbanas. Todo ello, en conjunto, para que Salama se recuperase en pocos meses, se convirtiera en una bella adolescente y tuviera una larga vida como así fue.
Al finalizar el proceso patológico de Salama, los informes redactados en árabe, latín y hebreo por los respectivos médicos contenían todos los detalles, fueron compilados y sirvieron de guia en la cura de las enfermedades que diezmaban a la población andalusí. Iosef Aboacar había observado de manera precisa los esputos y mucosidades sanguinolientas de la niña que los otros médicos rehuían relizar, había palpado todo el abdomen de la enferma, estudiaba, pensaba, discernía, consultaba tratados antiguos de Medicina y por fin escribía sus conclusiones, editando un extenso tratado sobre las enfermedades que asolaban los reinos y cómo estas eran enumeradas y estudiadas para su posible curación.
El Califa de Córdoba, consciente del regalo que Dios le había hecho en forma de sabios galenos, creó la primera Escuela de Medicina de al-Andalus, centro del saber de grandes médicos y físicos para beneficio de los habitantes del reino nombrando, como agradecimiento, a Iosef Aboacar director y a Lope Gascón su segundo.
Pasados los meses Iosef Aboacar fue convocado nuevamente al palacio del Califa donde este le comunicó su deseo de verlo dirigir la gran Escuela de Medicina. Al salir rememoró las veladas y jornadas eternas cuidando por la salud de Salama. Ahora regresaba al exterior escoltado por una sección completa de la guardia personal del Emir y no pudo reprimir una sonrisa mezcla casi imposible de humildad y de orgullo, tan posible sin embargo como si la flor de la alheña y las aguas de las fuentes cordobesas se mezclaran en las calurosas tardes de los patios de Mdina Zhara, allí donde convalece Salama, joven hija de Abderrahman III y de Mustaq, una de sus esposas recluida en el harem.
Córdoba de las tres culturas era grande y sin duda seguiría siéndolo.

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31.10.23

dE TRAICIONES

—¡Rey don Sancho, rey don Sancho!,  

no digas que no te aviso,

que de dentro de Zamora   

un alevoso ha salido;
llámase Vellido Dolfos,  

 hijo de Dolfos Vellido,
cuatro traiciones ha hecho,   

y con esta serán cinco.
Si gran traidor fue el padre,  

 mayor traidor es el hijo.
Gritos dan en el real:   

—¡A don Sancho han mal herido!
Muerto le ha Vellido Dolfos,  

 ¡gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto,   

metiose por un postigo,
por las calle de Zamora  

 va dando voces y gritos:
—Tiempo era, doña Urraca,  

 de cumplir lo prometido.

30.10.23

Gracias, bloc por tanto que me has dado

 He desactivado mi perfil de fb. Ha sido una decisión meditada pues creo que me estoy implicando en exceso en la opinión política —algo que no me importa— pero no deseo ser una mosca cojonera solitaria. Bien está pero seguiré opinando y escribiendo para mi satisfacción sin esperar nada de nadie. Doy las gracias a los que me siguen aunque raramente dejen constancia de ese seguimiento. Gracias a todos y seguiré en este blog que tantas satisfacciones siempre me ha dado y que tenía abandonado. Espero corregirlo. :)



De la Monarquía

Como se aproximan eventos monárquicos y algunos, aun chupando del Erario, reniegan de la Monarquía, me he tomado la molestia de documentarme de forma somera y visto los periodos en que NO ha existido la Monarquía en España —resulta más rápido y fácil de enumerar que el tiempo que hemos tenido monarcas y regencias—: han sido aproximadamente dos repúblicas y una dictadura y alguna asonada (en total, poco más de 60 años). Lo demás, desde que Hispania fue provincia de Roma, pasando por las monarquías visigodas, el Gran Califato Omeya y la unificación de los antiguos Reinos y Señoríos en una sola nación con Fernando e Isabel conformando, con los territorios de Ultramar y Virreinatos, es lo que hoy forma la ESPAÑA autonómica, democrática y europea. No te dejes engañar por republicanos de nuevo cuño que no son capaces de aclarar cuál tipo de república desean, y se emberrenchinan cuando ven que la Monarquía es el mejor sistema de representación del Estado, con roles preestablecidos, que ésta, la Monarquía, es apartidista, encarna la unidad y permanencia de la patria, según el artículo 56 de la Constitución de 1978. No asisten los de siempre a la jura de la Heredera sobre la Carta Magna, porque son unos catetos resentidos y prefieren la aventura de repúblicas y «republiquetas» de quién sabe qué pelaje. España es monárquica en su inmenso periodo de Historia desde Tartessos, Tarraco, Toledo, Córdoba... hasta Madrid-Zarzuela. Cuestionarán la Monarquía pero no dejemos que los ignaros hagan prevalecer —y a ello se van a aprestar— sus teorías republicanas y/o dictatoriales —aunque estén en su derecho— de infaustos recuerdos. Simplemente no saben, ignoran que la Monarquía, la heredera de los derechos dinásticos —Leonor— se presenta ante los representantes de la soberanía popular ante quienes jurará preservar la Constitución, pero 'elles', pobres patanes, qué sabrán.


6.3.23

Entrevista a Alicia Clerencia, fotógrafa


Espectacular. Fuerza. Dramatismo. Oportunidad. Simetría. Color adecuado. Encuadre. Maestría. Felicidades, Alicia Clerencia
Alicia, una fotógrafa que no deja indiferente. Tiene el sello inconfundible de sus fotografías que son una sabia mezcla de fuerza, sensibilidad, técnica; en una palabra imágenes que invitan a detenerse, a mirar, a admirar el mensaje de sus paisajes, de sus mares, de sus escenas campestres y marismeñas. Imágenes que reflejan lo que es ella misma, una sabia mezcla de potencia y belleza. 
Nos conocemos de apenas hola y adiós en persona. Nos conocemos algo más de recibir, exponer y concursar en este grupo del que forma parte desde sus inicios, y de premiarla. Alicia se ofrece con gusto a esta entrevista con que El pincel de bambú le abre los brazos. Alicia todo dulzura, todo sonrisa, contenta contesta, lo sé, con su proverbial amabilidad.
Aunque eres miembro de este grupo desde hace diez años, date a conocer, por favor
—Me llamo Alicia Clerencia Adanero, nací en Zaragoza y me trasladé a Huelva con nueve años, sintiéndola también pronto como mi patria a partes iguales. En cuanto a mi modo de ver la vida, puedo decir que esta no deja de sorprenderme cada día. Soy emotiva y curiosa. Para mí todo es un aprendizaje, una lucha, una forma de crecer. Intento hacer que todo lo que emprendo, por pequeño que sea, se convierta en algo apasionante para mí. No me van las medias tintas, la insinceridad o la gente interesada. Respeto todo y a todos e intento salvaguardar, al mismo tiempo, el respeto por mí misma, algo que no siempre es tarea fácil. Soy amante de la naturaleza y los animales, y una apasionada de la fotografía. El amor a mi familia es la base de mi fuerza, mi gran amor mis hijos y mi renacer, mis nietos. Vitalista y optimista (con mis bajones), intento sacarle el lado positivo a todo y no arrepentirme de nada. Le echo a la vida una buena dosis de humor y procuro practicar la risoterapia. Autodidacta, como la mayoría de aficionados a la fotografía, heredé esta pasión de mi padre con quien en muchas ocasiones entraba en el cuarto oscuro de revelado.
¿Podrías definir la fotografía?¿Qué significa para ti?
La fotografía para mí es un modo de expresión. Un viaje al interior de uno mismo, te ayuda a conocerte; y hacia el mundo exterior, ya que permite proyectar, comunicar lo que se ve, y en definitiva lo que se siente al resto del mundo. Un constante aprendizaje, un constante crecimiento, un enganche apasionante... y quien lo prueba repite. 
¿Dónde te mueves más a gusto, al aire libre de paisaje, en el medio urbano de calle y plaza o en un estudio con modelos y bodegones?
Al principio me movía más a gusto al aire libre fotografiando paisajes: pronto aquello se me quedaba corto. Empezó entonces a interesarme la fotografía urbana, quería captar el ritmo de la ciudad, algo para mí vivo y en constante cambio, y cuya sal (parafraseando a Sebastiao Salgado) son las personas. Es un tipo de fotografía que te permite interactuar con la gente, la cual nos sorprende agradablemente la mayoría de las ocasiones, dejándose fotografiar de buena gana. Pienso que la gente se siente más agusto y es más espontánea en el medio urbano. Aunque en un estudio de fotografía se consiguen también unos resultados geniales, pero es otra historia. No podría encuadrar mi estilo en un solo género, ya que adoro las fotografías de detalles; sin dejar atrás mis fachadas antiguas con mi colección de puertas, la mayoría nos cuentan alguna historia de muchos años vividos y tiempos mejores. Mis pequeñas incursiones en fotografía macro, la minimalista, la de arquitectura y, cómo no, el retrato, siendo un reto para mi conseguir captar en una imagen a la persona tal y como es en su interior. 
Yo opino que no siempre, mejor dicho casi nunca, una imagen vale más que mil palabras. ¿Y tú qué opinas?
Opino que todo es manipulable, la palabras y las imágenes también. Por poner un ejemplo, en una manifestación puede hacerse una fotografía con un encuadre cerrado que muestre un núcleo importante de gente y parecer que han acudido cientos de personas, sin embargo si abrimos ese encuadre podríamos ver muchos huecos entremedias y mostrarnos una realidad bien distinta. Con las palabras ocurre lo mismo, hay mil formas y maneras de contar la misma historia.
¿Qué fotógrafo es tu inspiración, tu modelo a seguir? ¿a quién admiras? 
Admiro a muchos fotógrafos, no todos tienen por qué ser famosos. Pueden encantarme fotografías de cualquier compañero aficionado y también las de grandes maestros, a veces casi a partes iguales. Pero si me pides un nombre de alguien muy conocido, puedo decirte que admiro a algunos clásicos como Ansel Adams, Robert Kapa, Dorotea Lange o Vivian Maier; también al anteriormente nombrado Sebastiao Salgado y cómo no la española Isabel Muñoz.
¿Mejor fotógrafa y fotógrafo del mundo en tu opinión? 
Me haces una pregunta que no puedo contestar, hay muchos y tan buenos que no podría decir uno solo.
¿Se notaría el género del autor sólo mirando una fotografía? ¿Existen diferencias?
Antes pensaba que sí, que había cierto tipo de fotografías que estaba bastante claro que las había hecho una mujer. El tiempo y la experiencia me han enseñado que esto no es así.
¿Color o B/N?
He ahí la cuestión... A principios del siglo XX los expertos en imagen de la época, los hermanos Lumiére y Kodak, se afanaban en encontrar modos de colorear las imágenes. Hoy en día parece haber un gusto por la vuelta a lo clásico, a lo retro o vintage; en esta tendencia entraría también, a mi modo de ver ese gusto por la fotografía en blanco y negro, que por otra parte le va mucho mejor a cierto de tipo de fotografías, ya que se centra mucho más en el concepto que la imagen desea transmitir al no existir otro tipo de, vamos a llamarlo distracciones, como el color. A cierto tipo de contraluces y algunos retratos les va como anillo al dedo el blanco y negro, sin embargo hay otras fotografías que sería un sacrilegio revelarlas así. Hoy en día, un revelado en blanco y negro digital es mucho más difícil que en color; es complicado sacarle todos los matices de grises y que haya un contraste adecuado entre luces y sombras, no basta ni mucho menos con darle al botón de «pasar a blanco y negro».
¿Fotografía editada o tal cual? 
—Con este tema hay casi una guerra entre fotógrafos, pero la auténtica realidad es que actualmente parte de la fotografía digital es la edición, o para ser exactos habría que conocer varios términos que, aunque en principio puedan parecer sinónimos, no lo son. Hay que partir de la base de que los fotógrafos disparamos en un formato que se llama RAW (crudo en castellano), que sería algo parecido a un equivalente al negativo en fotografía analógica, después la fotografía hay que revelarla. Ahora en vez de líquidos y cubetas tenemos programas informáticos. Después del revelado se pueden hacer muchas otras cosas, edición, fotomontaje, manipulación... que como digo no significan lo mismo y que, por otra parte, también eran prácticas comunes en muchos cuartos oscuros de revelado analógico. En mi opinión «fotografía» es todo, el resultado final ha de transmitir algo, si no lo consigue da igual lo que hagas con la fotografía. Hay auténticas obras de arte con montajes de fotografía, algunas son muy obvias, otras pasan desapercibidas. Si son buenas nadie se atreverá a criticarlas, como mucho a calificarlas de arte digital. Actualmente estamos llegando a extremos insospechados en este sentido con la IA (Inteligencia Artificial), existen programas a los que les puedes dar las instrucciones de lo que deseas y lo hacen todo solos, supuestamente utilizan imágenes de enormes bases de datos existentes. Hay auténticas maravillas en este sentido, pero para mí esto ya no es fotografía.
¿Echas de menos la fotografía en papel? (más tarde hablamos de tu exposición)
Antes de que la fotografía digital fuese reemplazando a la analógica, la mayoría de aficionados ya nos estábamos quedando cortos con el espacio físico en nuestras casas para el almacenamiento de fotografías. De hecho hubo un tiempo en que yo me pasé a las diapositivas por lo mismo. Al final cualquier espacio se queda corto, hasta los discos duros externos ya que ahora que la fotografía se ha 'democratizado' y abaratada gracias a la era digital y disparamos miles de fotografías. Sería por tanto impensable tener impreso en papel todo aquello que fotografiamos, pero ya los expertos se han dado cuenta de que estos soportes digitales no son eternos, también se estropean. Se deterioran tanto tarjetas, como DVDs y discos duros; es por lo que ahora se almacenan copias de seguridad en la nube. Pero hay una tendencia muy recomendable que es imprimir todas aquellas imágenes que consideremos irreemplazables. Aunque el papel se deteriora también, siempre permanece. Y otra práctica recomendable es imprimir y hacer álbumes de fotografías con las que tengamos especial capricho, ya sea de un viaje o por cualquier otro motivo, quedan preciosos y siempre los tendremos a mano.
¿A quién (personaje) o qué (paisaje) te gustaría captar con tu objetivo que en principio te parece casi imposible?
Sueño con ir a Islandia
¿A quién no fotografiarías por nada del mundo? 
—A alguien que no quisiera ser fotografiado, o a alguien que no me transmitiese buenas vibraciones.
—Háblanos de tu Exposición. ¿Es la primera en que eres la protagonista?
Si, es la primera. Y la estoy tomando con nervios e ilusión a partes iguales.
—Haznos un pequeño resumen de lo que se podrá ver, dónde y cuándo. 
“Un viaje alucinante” pretende ser una muestra de cómo veo el mundo a través de mi cámara, o lo que es lo mismo, de mi mirada. Un recorrido por varios años de fotografía, la mayoría capturadas en la provincia de Huelva, pero también en el resto de España e incluso Portugal. Se trata de un total de 19 fotografías, la mayoría de ellas de paisaje, todas en color. 
Dinos tu obra favorita de esta exposición. 
Hay dos fotografías que me gustan especialmente, una está hecha en la «Saca de las yeguas» en Almonte, una experiencia inolvidable y que me ha traído muchas satisfacciones. La otra la hice en Oporto, un viaje inolvidable para mí, con muy buenos amigos.
—Danos un par de buenas razones para (venir a) verla, incluso a los que nos leen desde muy lejos.
En la era de un mundo digital es una necesidad seguir usando medios físicos, disfrutar de nuestras imágenes en vivo y en directo, en formato grande. Intercambiar opiniones en persona, máxime cuando es en un entorno tan cultural como es una sala de exposiciones. No podemos dejar que la fotografía siga siendo considerada un arte menor. Por supuesto he reservado para esta ocasión fotografías inéditas. Además voy a intentar completarla con una proyección de más fotografías en la presentación de la inauguración.
Para terminar, dinos un lugar para vivir: 
Huelva.
Un lugar para fotografiar. 
Huelva, y también el resto del mundo.
—Un lugar para amar. 
Cualquier lugar es perfecto con la persona adecuada.
—Un lugar para morir. 
Creo que, como casi nadie, no voy a poder elegir, simplemente dejaré este mundo imaginándome que vago por el espacio tiempo.
»Pero como el entrevistador es un enredador de cuidado, traigo a traición, una estrofa con sabor y olor a «Mediterráneo» que Alicia nos trajo a este mismo grupo el 23 de mayo 2014.  No debe presumir de no poder elegir el lugar —ojalá tarde años y más años— pero si hemos de deducir, su lugar —en ello coincidimos— es cerca de los mares, de estos cercanos, lejos de nuestros respectivos terruños interiores: 

«Ay...
Si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...» 
—Un libro 
Voy a esforzarme mucho y a decir sólo uno: «Juan Salvador Gaviota»
—Una peli 
—Me considero cinéfila de pro y al igual que me cuesta definirme por un fotógrafo ilustre, también me cuesta escoger una sola película, ya que además me gustan muchos géneros. Puedo decirte que soy fan de la saga Star Wars, la de los años 80. Adoro una buena película de ciencia ficción y del espacio; la última que vi y me encantó fue “Dune”. También supuso para mi un antes y un después en la historia del cine de ciencia ficción “Interestelar” la cual además tiene un valor didáctico-científico.
Una comida 
—Me lo pones cada vez más difícil al pedirme sólo “uno” de cada cosa. Disfruto a partes iguales de un huevo frito con patatas, unas chuletas de ternasco, una buena paella, un cocido maragato, unas torrijas, sushi, o una buena ensalada.
Una bebida
Agua, y cerveza
Un sueño cumplido y otro por cumplir
—Sueño cumplido: Inaugurar mi propia exposición fotográfica. 
    Por cumplir: viajar a Islandia
Un calificativo para esta entrevista.
—¡Difícil! Más difícil de lo que pensaba.
Una despedida
—¡Nos vemos en la exposición!
Esta es Alicia Clerencia, amante de la vida, del Arte, de su tierra, de sus hijos y nietos, pero sobre todo, como Juan Salvador Gaviota, amante de la Libertad y de levantarse, alzar el  vuelouna y otra vez. Ahora la conozco un poco mejor aunque siempre lo he sabido: Alicia es una delicia, y no es ningún juego de palabras facilón. Sabe de todo lo que está relacionado con la vista y bien que lo demuestra. Ahora también lo va a mostrar siendo, por fin, ella la protagonista, la estrella, la artista. Alicia Clerencia, del Ebro al Odiel.

    ¡Y cómo lo sabes, Alicia! allí estaré para, entre muchos de tus amigos y compañeros expertos del bello arte que practicas, estaré, ya digo, entre bastidores para ser testigo de tu seguro éxito. El pincel de bambú será testigo y tendrá cumplida cuenta de ello. Gracias, Alicia y buena suerte.



Telepúfo

El subministro sonreía mirando desde su despacho. Por fin se iba a ganar el favor del Ministro 1 presentando el encargo del jefe corregido ...