El primer rayo de sol entra en el camarote.
Estamos en las costas de Croacia, a punto de entrar al puerto de Dubrovnik.
Detrás la entrada al puerto. Una costa escarpada donde aún resuenan los ecos de disparos de una guerra fraticida entre pueblos unidos a la fuerza. Bosnios, musulmanes, serbios, croatas, albanos...
La ciudad amurallada. Ciudad estado. Martir en las guerras. Ciudad monumental, con disparos en sus muros.Cartel a la puerta de la Asamblea del palacio del Gobernador, advertencia a sus políticos:
OLVIDA LO PRIVADO
OCÚPATE DE LO PÚBLICO
o algo así
Esquelas en las esquinas de la ciudad.
Puerta de Pile. A pesar del calor el agua estaba FRÍA. Lo puedo asegurar.
De regreso al camarote, el barco zarpa, mientras nos relajamos viendo como se aleja la costa.
El Adriatico se ensancha, hasta alcanzar alta mar.
Venecia nos espera.