En la actualidad, políticos que no vivieron aquella calamidad, aquel desastre, aquella gran tragedia quieren, están empeñados en desenterrar de nuevo la Historia con el único objetivo de crear un relato para adaptarlo a sus intereses. Una caterva de politicastros están removiendo de nuevo aquellas aguas que al finalizar la dictadura, el pueblo decidió dar por cerrado la guerra, buscar a los desaparecidos y mirar hacia adelante. Los exiliados regresaron, se legalizaron los partidos que fueron corresponsables en la gran tragedia civil. Se convocó al pueblo y nos dimos unas leyes por las que, hasta ahora, nos hemos regido. Pero ¡ay! llegan unos políticos pretendiendo deshacer lo que con tanta generosidad por unos y otros se consiguió. Políticos con soluciones facilonas y simplonas a problemas complejos.
Y aquí estamos, con un pueblo adormecido, sin ver que con su silencio se está desbaratando lo que a todos pertenece; pactando con delincuentes y golpistas; con filoterroristas; y con ladrones amnistiados y perdonados por tribunales que no lo son y que no les corresponde rejuzgar lo que los jueces han condenado.
Hoy hace 88 años la República fue usada, manipulada, viciada, prostituida por partidos que vuelven hoy a la carga contra la Monarquía.
Malos tiempos corren pero un servidor hará uso de su palabra y de su libertad para quejarse.
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