9.12.21

Entrevista Maria Morales Carson, novelista

                                                      «Con mis novelas busco el objetivo de invitar a las mujeres a que                                                                    busquen su prioridad vital, se construyan y pongan en marcha sus                                                                                  proyectos personales»

Hoy El pincel de bambú viaja a tierras del norte de España. A unas tierras atravesadas de hermosos valles y ribeteada de encrespadas costas. En una de sus preciosas ciudades reside. Hoy la vamos a conocer, y digo la vamos porque una feliz coincidencia y una recomendación ha hecho que me atreva a pedirle una entrevista. A la que ella ha accedido amablemente esta mujer dedicada a las letras y a la Comunicación. Leamos y conozcamos:

—Maria [Morales Carson] te pediría, te pido, que te presentes y hagas una pequeña semblanza tuya para esta modesta página El pincel de bambú                                                                                                          -Nací en Donostia [San Sebastián](Gipuzkoa). Aunque me considero vasca me siento una ciudadana del mundo, ya que circunscribirse en una zona te focaliza. Prefiero sentirme de Euskalerria [Euskadi] y de todos los lugares donde me pueda sentir feliz. Donde he ido con mis libros he recibido tanto de todos y sobre todo de todas, que me siento de esos sitios que son capaces de vivir la literatura como un ingrediente más en sus vidas. Estoy casada y tengo tres hijos. Soy periodista de formación, y trabajé en casi todos los medios durante estos últimos veinte años. Aunque he desarrollado más la faceta de responsable de prensa de distintas empresas y de instituciones.

—Cuando entramos en contacto, me preguntaste si conocía los «cuatro acuerdos», de los que no tenía ni idea dado que este entrevistador es más de las enseñanzas de Confucio. Esto me dejaste                                1º Se impecable con tus palabras.                                                                                                                      2º No te tomes nada de manera personal.                                                                                                          3º No hagas suposiciones.                                                                                                                                  4º Haz siempre lo máximo que puedas.                                                                                                        Los he leído, asumido y aceptado, aunque solo me creo capaz de seguir el cuarto acuerdo ¿Quiere decirse, aun así, que puedo preguntarte y curiosear sobre tu vida literaria?                                                                  -No hace falta hacer mención a los cuatro acuerdos para hablar de lo que me gusta leer o escribir. Los cuatro acuerdos sirven para dar importancia a lo que la tiene. Si eres capaz de intentarlo, y si además puedes ir superándolos poco a poco, ¡enhorabuena! ¡La vida será más sencilla! De eso se trata.                   En cuanto a la vida literaria, creo que mi gran conexión con la lengua y la literatura desde que tenía unos diez años es la que colocó los mimbres para que lleve escritos tres libros. Eso junto a la necesidad de ayudar a los/as demás, que también surgió con aquella edad. El deseo de compartir lo que sé, y las claves de mi propia evolución personal son las que me impelen a conectar a las personas con la literatura.

—¿La observancia, porque supongo que los sigues, de estos acuerdos son compatibles con tus funciones de periodista, coordinadora, responsable de prensa, jefa de comunicación y Community Manager?               -Potenciar la honestidad y la bondad en tu vida nunca puede estar reñida con la de ser una buena profesional. Es más, seguir los cuatro acuerdos supone un ejercicio saludable que finalmente revertirá en todo lo que hagamos.                                                                                                                                      

—Dejando para el final la escritura —crear mundos, hacer vivir historias, novelar en suma— ¿es compatible todo ello con los antedichos acuerdos «toltecas»? (Obsérvese el empecinamiento del entrevistador con los cuatro acuerdos —a estas alturas ya se ha documentado— a pesar de la aseveración de María respecto a la no necesaria relación entre los acuerdos y la labor)                                                      -Por supuesto que escribir historias y novelas es la forma más idónea para mí para mejorarme como persona. De hecho, escribir mis novelas me ha conectado más con la espiritualidad y la necesidad de ser un buen ser humano. Mi trabajo constituye un puente de conexión entre las personas y yo. Para dar lo mejor de mí misma con ellas y compartir mis fortalezas y virtudes.                                                                

—Tienes dos novelas escritas, la primera es La consciencia del tiempo (2014) y La luz de la tormenta (2021). Con relación a la primera, mi pregunta es si conseguiste escribir un guion cinematográfico o se quedó en el proyecto, y en segundo lugar preguntarte si no crees más de actualidad el argumento de La consciencia cuando la escribiste en 2014. Explica, por favor, de qué va la novela y aconséjala.                    -En realidad he escrito tres novelas. La primera permanece inédita. Por eso, cuando escribí la segunda, decidí autopublicarla. Creo que cuando escribes una novela, es el momento. Las cosas no se hacen por casualidad. Lo que nos sucede ocurre cuando tiene que suceder. Forma parte de nuestro guion de vida. «La consciencia del tiempo» es una novela distinta donde incluí el rodaje de una película. Si filmar una película fuera menos costoso, quizá habría escrito el guion finalmente, pero no. Quedó en proyecto como dices. Y como te he comentado la novela «La consciencia del tiempo» la escribí en 2014 porque era su momento. Creo que es una novela muy entretenida, con un grupo coral de protagonistas. Se ubica en la Universidad de Oxford. Un grupo de actores interpreta la película, «Awareness of time» (La consciencia del tiempo) y cuando dejan de rodar ell@s viven su propia realidad. Quería decir muchas cosas a través de ella. Hablar del miedo que nos frena, de la infidelidad que conecta la parte de ficción con la parte de la realidad de la sinopsis, y sobre la importancia de la amistad para gestionar mejor nuestras vidas. Quería crear ecos y contrastes entre las dos partes para que los mensajes se entendieran mejor. Estoy muy contenta con esta novela. Escribirla fue fascinante. Ha gustado muchísimo y alguien me llegó a decir que si hubiera caído en manos oportunas podría hasta haber ganado un premio. Para mí el éxito de esta novela es todo lo que conseguí durante los cuatro años de viajes por toda España que llevé a cabo para promocionarla. [Menos mal que el entrevistador aprendió de Eva García Carrión qué era eso de «novela coral» con lo cual se he ahorrado un segundo ridículo]

—En cuanto a La luz de la tormenta (2021) a priori me apetecería leerla más que la primera. ¿cumplo el 3º acuerdo? Para nuestros amigos y lectores, me gustaría que nos la "vendieras"                                                -Mi tercera novela, “La luz de la tormenta” no tiene nada que ver con la anterior y eso me encanta. Está escrita desde otra órbita aunque los objetivos son similares con la anterior: invitar a las mujeres a que busquen su prioridad vital, se construyan y pongan en marcha sus proyectos personales. En esta novela, los capítulos son más cortos lo que invita, junto al menor número de personajes, a darle un mayor dinamismo en la lectura. Creo que mi forma de escribir no es mejor que el de otr@s escritoras/es. Aunque sí es muy distinto, por lo que os invito a leerla para que lo comprobéis. Y por otro lado, me pongo como escritora y persona a disposición de tod@s los lectores/as. Eso también la hace distinta.

—¿En cuál género te encuadrarías: Romántico, Histórico o Romantórico, o por qué no Histomántico. No sé si me entiendes?                                                                                                                                           -Si hay que hablar de ella [La luz...] en cuanto a género, es una novela histórica donde no solo se cuida la parte documental sino que contiene una gran ternura y una gran sororidad con la protagonista. Prefiero que sean los/as lectores/as l@s que decidan qué tipo de novela es.

—Aludes y reclamas continuamente a las mujeres. ¿Tan mal siguen las cosas en cuestión de igualdad?       -¿Y tú me lo preguntas? Las mujeres hemos avanzado muy poco. Desde que comencé a trabajar como periodista me di cuenta de que las mujeres de 40 años, con las que trabajé, con una buena trayectoria profesional y con un trabajo efectivo no se reconocían a sí mismas. Si no eres capaz de apreciar lo que haces primero tú, l@s demás tampoco lo apreciarán. Aquello me impactó. Sabía que tenía que hacer algo para que las mujeres, por lo menos las de mi alrededor, fueran conscientes de su excelente trabajo. Creo que lograr una buena autoestima y confianza, son dos pasos importantes para creer en una misma. Eso es lo quiero lograr con esta última novela, animar a las mujeres a que encuentren su autoestima y su confianza como pasos ineludibles para creer en ellas y avanzar. En sus evoluciones personales y en la propia evolución de las mujeres en su globalidad. Creo que la energía de las mujeres que se está potenciando con el feminismo, con nuestras reivindicaciones y con el apoyo sororo que nos damos unas y otras. Eso nos hará avanzar. Estoy convencida de ello. A mí, me está ayudando a sentirme más cómoda con todo lo que hago. Sé lo quiero trasladar al resto de compañeras a través de mis novelas.

—¿Cómo has vivido la pandemia? ¿qué te parece el pasaporte Covid?                                                              -Corrigiendo mi novela. No he llevado mal la pandemia. Lo que más me apena de todo es el sinsentido que supone todo esto. No tengo ni idea si es un virus que ha surgido o lo han creado. La manipulación informativa en torno a todo lo que lleva consigo me produce mucha tristeza. El 75% de los españoles está vacunado y hay una gran cantidad de infectados en esta sexta ola. Las medidas restrictivas, como el pasaporte Covid se tienen que poner en marcha porque las personas no somos capaces de respetar al resto cuidando las medidas (mascarillas en interiores y exteriores, etc) Somos como niños a los que hay que castigar porque nos portamos mal. La pandemia, las muertes, l@s enferm@s en la UCI, el enorme sacrificio de los sanitari@s, las pérdidas de trabajo, entre las que me encuentro, las pérdidas en la hostelería y en otros campos laborales, todo, me parece terrible. Si es algo orquestado por unos cuantos ingratos, es para sentirse muy, muy triste. Las consecuencias son terribles. El pasaporte Covid, en estos momentos, me parece lo menos importante, aunque sí es una merma en los derechos fundamentales. Me preocupan mucho más las mutaciones del virus y que no podamos volver a vivir como antes a pesar de la casi tercera dosis que nos tendremos que poner tod@s. ¿Cuántas dosis de eso que llaman vacuna nos tendremos que seguir poniendo?¿El que nos pongamos veinte dosis permitirá que volvamos a hacer una vida más o menos similar a la de antes de la pandemia? Eso me preocupa más que el pasaporte y las medidas coercitivas con las que se nos está castigando a tod@s. Me parece terriblemente lamentable cómo se está llevando a cabo. Creo que lo hacen así porque realmente no saben de dónde viene todo y cómo terminar con ese virus.

— Cuéntanos algo sobre tus proyectos ¿Cómo se pueden adquirir tus obras?                                                 -Mi proyecto es vender la novela, «La luz de la tormenta» para que se conozca mi trabajo y seguir aportando lo mejor de mí a través de ella y mis presentaciones por la península. En la actualidad ese es mi objetivo: las mujeres y llegar a ellas a través de las redes (Facebook, Twitter e Instagram) y presentarla en distintos foros de las provincias donde pueda llegar.

—Con sinceridad ¿te ha parecido pertinente la entrevista? ¿El entrevistador, un poco pedante o no tiene solución? ¿Podría haber sacado más partido a la entrevistada?                                                                         -La entrevista me parece genial y el entrevistador es muy majo pero no tiene solución, eso sí. Creo que no podía ser mejor entrevista. 

—¿Sin esperanza para el entrevistador?                                                                                                              -Haz lo que te pida el corazón. Tú decides tu vida. Lo que hagas, me parecerá bien.

—Un color.                                                                                                                                                          -El verde claro.

—Una comida y bebida.                                                                                                                                       -Marisco y champagne.

—Un paisaje.                                                                                                                                                     -Me gustan todos, los marinos y los montañosos. Los del norte son maravillosos y verdes, y los del sur todo contrario, secos y a la vez alucinantes.

—Un barco.                                                                                                                                                         -Un balandro, como el que sale en mi novela La consciencia del tiempo.

—Un cuadro.                                                                                                                                                        -Todos los pintados al óleo. Si me tengo que quedar con uno elegiría: «A bed of poppies» de María Oakey Dewing (American, 1845-1927)


—Una región para vivir que no sea la tuya.                                                                                                         -Cualquiera del mundo donde pudiera escribir.

—Una última palabra que no sea gracias o eskerrik asko.                                                                                  -Encantada de conocerte: ¡Te doy tres en vez de una!

No hay mucho que añadir a lo que nos cuenta María. Una escritora, profesional de la información y militante —en el mejor sentido de la palabra— de feminista, de fe en la mujer. Dando un sentido positivo, a través de sus historias, de «sororidad». Muy agradecido, aunque con la sensación de haber dejado muchos temas por preguntar a esta mujer vasca, madre, periodista y escritora que ha accedido a darse a conocer un poquito más a través de este Pincel de bambú a todo el mundo.

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