30.11.21

SIRA EN SU VALLE


Acaba de llegar de Casas del Monte, un pueblo del valle del Ambroz de correr y eso —dónde y qué— lo resume casi todo de ella.
Y sí, ella a mi siempre me ha parecido a ese animal estilizado, de patas largas y finas hasta que un tipo lo usó indebida y malamente para referirse y reclamar a una política venezolana (Querida g-c-l-). Desde entonces, para un servidor Sira, además de ser una mujer normal —hija, esposa y madre—, ya no me parece el animal que corre veloz por la sabana africana, no, sino un antílope muy similar y que se llama «impala». Impala hembra. Veloz como el viento; bella como un atardecer tras los montes, las casas y los valles; esbelta como Diana en su templo emeritense cuidando de la Naturaleza.

—A ver Sira, dinos quién eres para que te conozcamos.
-Soy Sira Sanchez Valle, nacida en Hervás (Cáceres), aunque hace dieciocho años que vivo en Villanueva de la Serena (Badajoz).

—Lo imagino pero ¿cuál es tu afición favorita? ¿Cuándo te dio por empezar? ¡No me digas que de chiquinina que no me lo creo!
-Dejé mi trabajo porque mi marido lo encontró en Villanueva y obviamente nos trasladamos. Mi afición es correr por montaña. Cuando tuve a mi hija me diagnosticaron osteoporosis, también tenía dos hernias discales y no hacía ningún deporte. El traumatólogo me aconsejo un deporte de impacto pero para las hernias no era recomendable así que yo soy la que dosifico, valoro y calibro mi actividad física.
—¿Cuál es tu historial deportivo? ¿Cuáles son tus mejores marcas? ¿Entrenas mucho?
-Comencé corriendo medias maratones; Mérida, Navalmoral, Plasencia, Medellín y otras ciudades de Extremadura. Pero el asfalto me resultaba muy lesivo y me decanté por correr en terreno más variado e irregular (piedras, tierra, subidas, bajadas y cualquier tipo de barreras), es decir pistas forestales y vias verdes.
Mi mejor marca la conseguí en la media maratón de Mérida en 1 h 36 minutos. En cuanto a mi entrenamiento corro cinco días entre semana, 8 km. diarios aproximadamente.
—La vida es un discurrir durante un tiempo y sobre un espacio, como una carrera, pero ¿la vida te parece una carrera de obstáculos, una maratón, o una competición de campo a través?
-La vida es una carrera de obstáculos en la que hay que ir superando las trabas que te vas encontrando y por consiguiente hay que estar preparado y entrenado para no pararte y tener que abandonar. Una competición es la vida y viceversa...
—¿Dónde te gusta participar?
-Donde más me gusta competir es en la carrera de montaña de Hervás, oír los aplausos y los gritos de ánimo de mis paisanos. Y correr por los magníficos montes que rodean mi pueblo y que conozco muy bien. No hay mejor estimulante que el calor del público.
—Qué te parece más dificil: ¿saber perder o saber ganar?
-Yo creo que en una carrera nadie pierde, casi todos nos controlamos el tiempo que tardamos para comparar nuestras carreras y nos ponemos retos personales, solo con participar ya hemos ganado.
—¿Tus hijos salen a ti? ¿Seguirán tus pasos?
-En mi casa corremos todos, mi marido lleva treinta y seis años corriendo y yo once, mis hijos nos han acompañado a las carreras desde pequeños y es el deporte que practican.
—¿Cuál es tu «zona de confort» corriendo? ¿te gusta más correr por las montañas o por los valles?
-Ya lo expliqué antes; el asfalto y el llano me son traicioneros. Me gusta «montañear» 🙂
—¿Te detendrías, marchando en cabeza, a ayudar a una contrincante caída a cincuenta metros de la meta para que esta llegara, a costa de perder tú la carrera?
-Es algo mecánico —medita la respuesta— la primera reacción es pararte para ver si está bien o necesita ayuda —Sira es diplomática y corre como un impala cerros arriba de Úbeda.
—¿A quién admiras en el deporte?
-A Kilian Jornet, admiro su filosofía: él dice «El deporte consiste en pasármelo bien. Disfrutar en las montañas. Descubrir el exterior, los paisajes, pero también a mí mismo, cuáles son mis capacidades.» En segundo lugar, admiro a mi marido por su constancia.
—Un color
-Verde
—Una bebida
-Coca Cola
—Un paisaje. ¿Los miras y admiras cuando corres?
-Paisaje los del valle del Ambroz. En las subidas solo miro el terreno que piso pero cuando estoy arriba respiro hondo y siento una sensación de libertad y felicidad indescriptibles—. Lo dicho... Sira, una de las dueñas del valle
—Una comida. ¿Eres vegana o eso es una bobada? ¿Te cuidas mucho?
-¡Soy omnívora ijjjji! —ríe y sonríe sin esfuerzo, convencida—. Suelo comer de todo aunque soy muy golosa y me privan y apasionan los dulces. Eso sí, no he fumado ni bebido nunca.
—¿A qué aspiras en la vida?
-A exprimir el tiempo con mis hijos y mi marido y seguir corriendo a pesar de los años —Este entrevistador no piensa en este momento juzgar ni opinar a este respecto.
—¿Te gustaría ganar a un hombre en una carrera o... «los niños con los niños y las niñas con las niñas»?
-El porcentaje de corredores hombres es mayor que el de mujeres pero siempre ha habido hombres que han entrado detrás —Sira no se pone a la defensiva porque 'los hechos son los hechos' parece pensar—. Además las pruebas son al unísono, es decir salen todos juntos y luego las marcas y los premios, los lugares del pódium son en función del género o sexo y de la edad o categoría.
—Di la verdad, ¿cómo has quedado en tu última prueba de Casas del Monte el domingo pasado?
-He disfrutado mucho, pero no conseguí subir al «cajón», como lo llamo yo. Ha habido chicas de la selección extremeña que tienen mucho nivel, la categoría en la que estoy es de 40 a 49, estoy terminando con ella; en un mes cumplo 50 y paso a ser superveterana. Mi intención es federarme y hacer la liga extremeña, hoy me ha servido para medirme, aun así he quedado 4ª veterana, 16'5 km. con un desnivel de 975 m. y un tiempo de 2h 12 minutos.
—¿Me he quedado alguna pregunta sin hacer?
-
Sira calla.

Ha sido un rato muy agradable en Zafra a mitad de camino entre Huelva y Villanueva de la Serena a donde nos hemos desplazado y nos hemos conocido a pesar de compartir lugar de nacimiento ¡pero no año!
Esta mujer, hija, esposa y madre, —al fin y al cabo una mujer normal, lo que le hace más atractiva— se supera ascendiendo y luchando contra los metros que va ganando a las playas a nivel del mar. Desde la cima, todo corazón, seguro que mira hacia abajo y ve los valles y ella no sé si sabe pero me parece una Impala veloz, bella, esbelta que nos ha contado parte de su vida. Gracias mil.
Por derecho y rápido... Sira ¡¡pero sin Dueñas!!

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