© El blog con cero lectores, pero aquí estoy en el espacio de mi libertad. No espero a nadie aunque cualquiera es bien recibido. Gracias a mi BLOC ABIERTO DE PAR EN PAR donde encontrarás desde 2009 temas variados.

30.10.23

De la Monarquía

Como se aproximan eventos monárquicos y algunos, aun chupando del Erario, reniegan de la Monarquía, me he tomado la molestia de documentarme de forma somera y visto los periodos en que NO ha existido la Monarquía en España —resulta más rápido y fácil de enumerar que el tiempo que hemos tenido monarcas y regencias—: han sido aproximadamente dos repúblicas y una dictadura y alguna asonada (en total, poco más de 60 años). Lo demás, desde que Hispania fue provincia de Roma, pasando por las monarquías visigodas, el Gran Califato Omeya y la unificación de los antiguos Reinos y Señoríos en una sola nación con Fernando e Isabel conformando, con los territorios de Ultramar y Virreinatos, es lo que hoy forma la ESPAÑA autonómica, democrática y europea. No te dejes engañar por republicanos de nuevo cuño que no son capaces de aclarar cuál tipo de república desean, y se emberrenchinan cuando ven que la Monarquía es el mejor sistema de representación del Estado, con roles preestablecidos, que ésta, la Monarquía, es apartidista, encarna la unidad y permanencia de la patria, según el artículo 56 de la Constitución de 1978. No asisten los de siempre a la jura de la Heredera sobre la Carta Magna, porque son unos catetos resentidos y prefieren la aventura de repúblicas y «republiquetas» de quién sabe qué pelaje. España es monárquica en su inmenso periodo de Historia desde Tartessos, Tarraco, Toledo, Córdoba... hasta Madrid-Zarzuela. Cuestionarán la Monarquía pero no dejemos que los ignaros hagan prevalecer —y a ello se van a aprestar— sus teorías republicanas y/o dictatoriales —aunque estén en su derecho— de infaustos recuerdos. Simplemente no saben, ignoran que la Monarquía, la heredera de los derechos dinásticos —Leonor— se presenta ante los representantes de la soberanía popular ante quienes jurará preservar la Constitución, pero 'elles', pobres patanes, qué sabrán.


6.3.23

Entrevista a Alicia Clerencia, fotógrafa


Espectacular. Fuerza. Dramatismo. Oportunidad. Simetría. Color adecuado. Encuadre. Maestría. Felicidades, Alicia Clerencia
Alicia, una fotógrafa que no deja indiferente. Tiene el sello inconfundible de sus fotografías que son una sabia mezcla de fuerza, sensibilidad, técnica; en una palabra imágenes que invitan a detenerse, a mirar, a admirar el mensaje de sus paisajes, de sus mares, de sus escenas campestres y marismeñas. Imágenes que reflejan lo que es ella misma, una sabia mezcla de potencia y belleza. 
Nos conocemos de apenas hola y adiós en persona. Nos conocemos algo más de recibir, exponer y concursar en este grupo del que forma parte desde sus inicios, y de premiarla. Alicia se ofrece con gusto a esta entrevista con que El pincel de bambú le abre los brazos. Alicia todo dulzura, todo sonrisa, contenta contesta, lo sé, con su proverbial amabilidad.
Aunque eres miembro de este grupo desde hace diez años, date a conocer, por favor
—Me llamo Alicia Clerencia Adanero, nací en Zaragoza y me trasladé a Huelva con nueve años, sintiéndola también pronto como mi patria a partes iguales. En cuanto a mi modo de ver la vida, puedo decir que esta no deja de sorprenderme cada día. Soy emotiva y curiosa. Para mí todo es un aprendizaje, una lucha, una forma de crecer. Intento hacer que todo lo que emprendo, por pequeño que sea, se convierta en algo apasionante para mí. No me van las medias tintas, la insinceridad o la gente interesada. Respeto todo y a todos e intento salvaguardar, al mismo tiempo, el respeto por mí misma, algo que no siempre es tarea fácil. Soy amante de la naturaleza y los animales, y una apasionada de la fotografía. El amor a mi familia es la base de mi fuerza, mi gran amor mis hijos y mi renacer, mis nietos. Vitalista y optimista (con mis bajones), intento sacarle el lado positivo a todo y no arrepentirme de nada. Le echo a la vida una buena dosis de humor y procuro practicar la risoterapia. Autodidacta, como la mayoría de aficionados a la fotografía, heredé esta pasión de mi padre con quien en muchas ocasiones entraba en el cuarto oscuro de revelado.
¿Podrías definir la fotografía?¿Qué significa para ti?
La fotografía para mí es un modo de expresión. Un viaje al interior de uno mismo, te ayuda a conocerte; y hacia el mundo exterior, ya que permite proyectar, comunicar lo que se ve, y en definitiva lo que se siente al resto del mundo. Un constante aprendizaje, un constante crecimiento, un enganche apasionante... y quien lo prueba repite. 
¿Dónde te mueves más a gusto, al aire libre de paisaje, en el medio urbano de calle y plaza o en un estudio con modelos y bodegones?
Al principio me movía más a gusto al aire libre fotografiando paisajes: pronto aquello se me quedaba corto. Empezó entonces a interesarme la fotografía urbana, quería captar el ritmo de la ciudad, algo para mí vivo y en constante cambio, y cuya sal (parafraseando a Sebastiao Salgado) son las personas. Es un tipo de fotografía que te permite interactuar con la gente, la cual nos sorprende agradablemente la mayoría de las ocasiones, dejándose fotografiar de buena gana. Pienso que la gente se siente más agusto y es más espontánea en el medio urbano. Aunque en un estudio de fotografía se consiguen también unos resultados geniales, pero es otra historia. No podría encuadrar mi estilo en un solo género, ya que adoro las fotografías de detalles; sin dejar atrás mis fachadas antiguas con mi colección de puertas, la mayoría nos cuentan alguna historia de muchos años vividos y tiempos mejores. Mis pequeñas incursiones en fotografía macro, la minimalista, la de arquitectura y, cómo no, el retrato, siendo un reto para mi conseguir captar en una imagen a la persona tal y como es en su interior. 
Yo opino que no siempre, mejor dicho casi nunca, una imagen vale más que mil palabras. ¿Y tú qué opinas?
Opino que todo es manipulable, la palabras y las imágenes también. Por poner un ejemplo, en una manifestación puede hacerse una fotografía con un encuadre cerrado que muestre un núcleo importante de gente y parecer que han acudido cientos de personas, sin embargo si abrimos ese encuadre podríamos ver muchos huecos entremedias y mostrarnos una realidad bien distinta. Con las palabras ocurre lo mismo, hay mil formas y maneras de contar la misma historia.
¿Qué fotógrafo es tu inspiración, tu modelo a seguir? ¿a quién admiras? 
Admiro a muchos fotógrafos, no todos tienen por qué ser famosos. Pueden encantarme fotografías de cualquier compañero aficionado y también las de grandes maestros, a veces casi a partes iguales. Pero si me pides un nombre de alguien muy conocido, puedo decirte que admiro a algunos clásicos como Ansel Adams, Robert Kapa, Dorotea Lange o Vivian Maier; también al anteriormente nombrado Sebastiao Salgado y cómo no la española Isabel Muñoz.
¿Mejor fotógrafa y fotógrafo del mundo en tu opinión? 
Me haces una pregunta que no puedo contestar, hay muchos y tan buenos que no podría decir uno solo.
¿Se notaría el género del autor sólo mirando una fotografía? ¿Existen diferencias?
Antes pensaba que sí, que había cierto tipo de fotografías que estaba bastante claro que las había hecho una mujer. El tiempo y la experiencia me han enseñado que esto no es así.
¿Color o B/N?
He ahí la cuestión... A principios del siglo XX los expertos en imagen de la época, los hermanos Lumiére y Kodak, se afanaban en encontrar modos de colorear las imágenes. Hoy en día parece haber un gusto por la vuelta a lo clásico, a lo retro o vintage; en esta tendencia entraría también, a mi modo de ver ese gusto por la fotografía en blanco y negro, que por otra parte le va mucho mejor a cierto de tipo de fotografías, ya que se centra mucho más en el concepto que la imagen desea transmitir al no existir otro tipo de, vamos a llamarlo distracciones, como el color. A cierto tipo de contraluces y algunos retratos les va como anillo al dedo el blanco y negro, sin embargo hay otras fotografías que sería un sacrilegio revelarlas así. Hoy en día, un revelado en blanco y negro digital es mucho más difícil que en color; es complicado sacarle todos los matices de grises y que haya un contraste adecuado entre luces y sombras, no basta ni mucho menos con darle al botón de «pasar a blanco y negro».
¿Fotografía editada o tal cual? 
—Con este tema hay casi una guerra entre fotógrafos, pero la auténtica realidad es que actualmente parte de la fotografía digital es la edición, o para ser exactos habría que conocer varios términos que, aunque en principio puedan parecer sinónimos, no lo son. Hay que partir de la base de que los fotógrafos disparamos en un formato que se llama RAW (crudo en castellano), que sería algo parecido a un equivalente al negativo en fotografía analógica, después la fotografía hay que revelarla. Ahora en vez de líquidos y cubetas tenemos programas informáticos. Después del revelado se pueden hacer muchas otras cosas, edición, fotomontaje, manipulación... que como digo no significan lo mismo y que, por otra parte, también eran prácticas comunes en muchos cuartos oscuros de revelado analógico. En mi opinión «fotografía» es todo, el resultado final ha de transmitir algo, si no lo consigue da igual lo que hagas con la fotografía. Hay auténticas obras de arte con montajes de fotografía, algunas son muy obvias, otras pasan desapercibidas. Si son buenas nadie se atreverá a criticarlas, como mucho a calificarlas de arte digital. Actualmente estamos llegando a extremos insospechados en este sentido con la IA (Inteligencia Artificial), existen programas a los que les puedes dar las instrucciones de lo que deseas y lo hacen todo solos, supuestamente utilizan imágenes de enormes bases de datos existentes. Hay auténticas maravillas en este sentido, pero para mí esto ya no es fotografía.
¿Echas de menos la fotografía en papel? (más tarde hablamos de tu exposición)
Antes de que la fotografía digital fuese reemplazando a la analógica, la mayoría de aficionados ya nos estábamos quedando cortos con el espacio físico en nuestras casas para el almacenamiento de fotografías. De hecho hubo un tiempo en que yo me pasé a las diapositivas por lo mismo. Al final cualquier espacio se queda corto, hasta los discos duros externos ya que ahora que la fotografía se ha 'democratizado' y abaratada gracias a la era digital y disparamos miles de fotografías. Sería por tanto impensable tener impreso en papel todo aquello que fotografiamos, pero ya los expertos se han dado cuenta de que estos soportes digitales no son eternos, también se estropean. Se deterioran tanto tarjetas, como DVDs y discos duros; es por lo que ahora se almacenan copias de seguridad en la nube. Pero hay una tendencia muy recomendable que es imprimir todas aquellas imágenes que consideremos irreemplazables. Aunque el papel se deteriora también, siempre permanece. Y otra práctica recomendable es imprimir y hacer álbumes de fotografías con las que tengamos especial capricho, ya sea de un viaje o por cualquier otro motivo, quedan preciosos y siempre los tendremos a mano.
¿A quién (personaje) o qué (paisaje) te gustaría captar con tu objetivo que en principio te parece casi imposible?
Sueño con ir a Islandia
¿A quién no fotografiarías por nada del mundo? 
—A alguien que no quisiera ser fotografiado, o a alguien que no me transmitiese buenas vibraciones.
—Háblanos de tu Exposición. ¿Es la primera en que eres la protagonista?
Si, es la primera. Y la estoy tomando con nervios e ilusión a partes iguales.
—Haznos un pequeño resumen de lo que se podrá ver, dónde y cuándo. 
“Un viaje alucinante” pretende ser una muestra de cómo veo el mundo a través de mi cámara, o lo que es lo mismo, de mi mirada. Un recorrido por varios años de fotografía, la mayoría capturadas en la provincia de Huelva, pero también en el resto de España e incluso Portugal. Se trata de un total de 19 fotografías, la mayoría de ellas de paisaje, todas en color. 
Dinos tu obra favorita de esta exposición. 
Hay dos fotografías que me gustan especialmente, una está hecha en la «Saca de las yeguas» en Almonte, una experiencia inolvidable y que me ha traído muchas satisfacciones. La otra la hice en Oporto, un viaje inolvidable para mí, con muy buenos amigos.
—Danos un par de buenas razones para (venir a) verla, incluso a los que nos leen desde muy lejos.
En la era de un mundo digital es una necesidad seguir usando medios físicos, disfrutar de nuestras imágenes en vivo y en directo, en formato grande. Intercambiar opiniones en persona, máxime cuando es en un entorno tan cultural como es una sala de exposiciones. No podemos dejar que la fotografía siga siendo considerada un arte menor. Por supuesto he reservado para esta ocasión fotografías inéditas. Además voy a intentar completarla con una proyección de más fotografías en la presentación de la inauguración.
Para terminar, dinos un lugar para vivir: 
Huelva.
Un lugar para fotografiar. 
Huelva, y también el resto del mundo.
—Un lugar para amar. 
Cualquier lugar es perfecto con la persona adecuada.
—Un lugar para morir. 
Creo que, como casi nadie, no voy a poder elegir, simplemente dejaré este mundo imaginándome que vago por el espacio tiempo.
»Pero como el entrevistador es un enredador de cuidado, traigo a traición, una estrofa con sabor y olor a «Mediterráneo» que Alicia nos trajo a este mismo grupo el 23 de mayo 2014.  No debe presumir de no poder elegir el lugar —ojalá tarde años y más años— pero si hemos de deducir, su lugar —en ello coincidimos— es cerca de los mares, de estos cercanos, lejos de nuestros respectivos terruños interiores: 

«Ay...
Si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...» 
—Un libro 
Voy a esforzarme mucho y a decir sólo uno: «Juan Salvador Gaviota»
—Una peli 
—Me considero cinéfila de pro y al igual que me cuesta definirme por un fotógrafo ilustre, también me cuesta escoger una sola película, ya que además me gustan muchos géneros. Puedo decirte que soy fan de la saga Star Wars, la de los años 80. Adoro una buena película de ciencia ficción y del espacio; la última que vi y me encantó fue “Dune”. También supuso para mi un antes y un después en la historia del cine de ciencia ficción “Interestelar” la cual además tiene un valor didáctico-científico.
Una comida 
—Me lo pones cada vez más difícil al pedirme sólo “uno” de cada cosa. Disfruto a partes iguales de un huevo frito con patatas, unas chuletas de ternasco, una buena paella, un cocido maragato, unas torrijas, sushi, o una buena ensalada.
Una bebida
Agua, y cerveza
Un sueño cumplido y otro por cumplir
—Sueño cumplido: Inaugurar mi propia exposición fotográfica. 
    Por cumplir: viajar a Islandia
Un calificativo para esta entrevista.
—¡Difícil! Más difícil de lo que pensaba.
Una despedida
—¡Nos vemos en la exposición!
Esta es Alicia Clerencia, amante de la vida, del Arte, de su tierra, de sus hijos y nietos, pero sobre todo, como Juan Salvador Gaviota, amante de la Libertad y de levantarse, alzar el  vuelouna y otra vez. Ahora la conozco un poco mejor aunque siempre lo he sabido: Alicia es una delicia, y no es ningún juego de palabras facilón. Sabe de todo lo que está relacionado con la vista y bien que lo demuestra. Ahora también lo va a mostrar siendo, por fin, ella la protagonista, la estrella, la artista. Alicia Clerencia, del Ebro al Odiel.

    ¡Y cómo lo sabes, Alicia! allí estaré para, entre muchos de tus amigos y compañeros expertos del bello arte que practicas, estaré, ya digo, entre bastidores para ser testigo de tu seguro éxito. El pincel de bambú será testigo y tendrá cumplida cuenta de ello. Gracias, Alicia y buena suerte.



5.2.23

Entrevista a Sara Bazzano

«Quien trabaja con sus propias manos está acostumbrado a aceptar las imperfecciones»

Es una hermosa casa, rodeada de un frondoso jardín. A nuestro alrededor corretean dos preciosos perros. Entramos y nos sentamos en un salon lleno de recuerdos y piezas artísticas. Decorado con gusto. Abre una botella de vino y nos sentamos junto a una chimenea. Afuera, la nieve comienza a caer sobre las colinas de una de las más bellas ciudades de Italia. Turín sobre la llanura del Po y a lo lejos se adivina el Monviso, montaña en los Alpes que forma parte del paisaje de la capital del Piamonte. El invierno se ha enseñoreado de un entorno que invita a la charla distendida. La artista me ofrece su casa y yo me lo tomo en serio. Una mujer en plena madurez que me mira y sonríe. Sus manos me llaman la atención, por fibrosas y recias en contraste con su afable rostro. Pero todo tiene su porqué. Se levanta Sara y conecta un vetusto equipo de sonido. Acomoda el volumen para que la voz grave de Paolo Conte ayude a conversar sin agobios, sino con calma. Brindamos con un “bel vino piemontese” Barbaresco del 92. Nos miramos, reímos, hablamos de nuestras vidas, de nuestras familias, de su compañero e hijos. Sara es mucha Sara. Miro, vuelvo a mirar sus manos, sus dedos algo rugosos. Y la imagino —aunque más tarde me lo demostraría— en su mundo de «Creación» moldeando a su libre albedrío. También la imagino —me resulta fácil— como una Demi Moore como ‘Ghost’ manejando el torno ‘Más allá del amor’…
Paolo Conte desde el anticuado compacdisc musita onomatopeyas con su Boggie «che tenevano la porta aperta davanti alla primavera» que poco a poco se va a adentrando, a pesar de la nieve, en el mundo de una artista, una mujer en plena y bella madurez física e intelectual.
El pincel de bambú se viste de gala para recibirla:
P —Sara, haznos una pequeña presentación personal.
R—Soy Sara Bazzano y nací en Turín, Italia, en 1970.
Mi vida escolar comenzó en la Escuela Francesa de Turín hasta el bachillerato, el diploma de francés en materias literarias en 1988 y licenciada en psicología por la Open University of London en 1997.
De vuelta en Italia empecé a trabajar en un jardín de infancia (guardería infantil) y el contacto con los niños quise proponer alternativas de actividades creativas para desarrollar su imaginación.
En este periodo (1999) tomé contacto con la arcilla que me enamoró, y mi vida cambió de rumbo. En 2002 abrí un taller de cerámica en Pecetto Torinese, donde siempre he vivido, y desde entonces he estado creando objetos de porcelana y gres para el uso diario con una perspectiva creativa y original.

P—Defínete, dime, porque es difícil para mí hacerlo, el nombre exacto de tu arte o tus cualidades, es decir, ¿qué eres: artesana, ceramista? ¿Al fin, te consideras psicóloga o ceramista?
R—Desde hace más de veinte años soy una ceramista que observa con una mirada ‘clínica’ la sociedad en la que vivo de una manera curiosa y crítica. No me siento ni me considero psicóloga sino ceramista.

P—¿Cuándo empezaste con la cerámica? ¿Puedes ganarte la vida modelando arcilla?
Define el arte del modelado.
R—Como te dije, empecé en 1999 y desde entonces vivo de mi trabajo. El arte de trabajar la arcilla me permite ver mis pensamientos realizados y convertidos tridimensionalmente. Al crear nuevas ideas a veces se convierten en otras ideas, y otras veces permanecen únicas y resueltas en esa singularidad . ¿Mi definición del modelado? Una gran libertad.

P—El Antiguo Testamento dice que Dios creó al hombre moldeándolo con barro y luego sopló en él dándole vida.
¿Crees que Dios es un buen alfarero o hizo un trabajo como este, con algún pequeño defecto? ¿Es la cerámica la primera profesión de la humanidad?
R—No puedo juzgar a Dios aunque los defectos en la humanidad existen y no son fáciles de resolver, pero tal vez Dios no podía imaginar cómo usaríamos nuestro tiempo después de su aliento vital. Es cierto que los defectos y la imperfección forman parte de mi trabajo diario, quien trabaja con sus propias manos está acostumbrado a aceptar las imperfecciones y a hacer las paces consigo mismo.
El trabajo artesanal lleva implícito la aceptación de los defectos y la resistencia a las dificultades y a los fracasos, aunque el entusiasmo nos permite continuar pues precisamente nada se da por sentado y cuando todo funciona es una inyección de energía y de confianza.

P—En un taller de cerámica se modelan figuras de barro hasta que adquieren personalidad propia. ¿Crees que con esta filosofía, salvando las diferencias, se enseña en las escuelas o en las familias, con niños?
R—El manejo del barro es una enseñanza que, como todo oficio, involucra muchos elementos que se encuentran en la vida cotidiana y creo que la personalidad del artista aparece si el artista sabe explicarse bien con el medio que utiliza. La claridad de su mensaje está en relación a la comprensión que se tiene de él. Mi arte no es conceptual aunque el mensaje estético y la búsqueda de la forma deban seguir siendo conceptos buscados. Yo creo que la educación en elecciones estéticas se debe hacer de la misma manera que se está educando a los niños para que no desperdicien sino que usen energías sostenibles, lo mismo se debe hacer con la estética.

P—¿Qué técnicas usas? ¿Qué papel juega el fuego? ¿En qué consiste la técnica Raku? ¿Te inspiras en tu entorno, en la Naturaleza, en los demás? Cuéntanos brevemente sobre el proceso que va desde un montón de arcilla hasta el estante de una casa.
R—A lo largo de los años he pasado de la producción de objetos Raku al uso de la porcelana y el gres para el día a día. Raku es una técnica de segunda cocción que ennegrece la cerámica donde no hay esmalte y decora la superficie del esmalte con grietas ennegrecidas, donde ha sido esmaltada. Estos procedimientos crean una cerámica única para cada creación pero es poco usable, por contra es decorativa ya que el objeto es muy poroso.
A lo largo de los años he modelado objetos al torno y a mano pero de un material no poroso; la porcelana y el gres aseguran una perfecta resistencia y durabilidad del objeto. Con el tiempo también me especialicé en sales a base de cenizas de madera, seleccionando las diferentes cenizas de árboles seleccionados para obtener esmaltes naturales. La ceniza funde a 1.280ºC en el horno sobre las piezas de cerámica y crea efectos cambiantes ricamente decorativos, dejando que se exprese el material en toda su naturaleza.

Sara y yo continuamos hablando de todo un poco. El dia va avanzando sobre la colina turinesa. Me invita a comer y yo acepto porque me ha hecho sentir como en mi propia casa. La sobremesa la dedicamos a visitar su laboratorio de la arcilla donde Sara Bazzano deja trabajar sus manos sobre el torno. Se agradece el calor que desprende el horno donde se forja y asienta lo que las manos y los dedos de Sara moldean lo que su corazón y su intuición de artesana le dictan. La charla continúa mientras un precioso Husky siberiano, (Klintdue) retoza sobre la escasa nieve del jardín. La charla continúa…

22.1.23

Entrevista a Rosa Sánchez de la Vega (Rosa Pasapágina)

«Mis pasiones, los libros y el micrófono»

No conozco a Rosa personalmente —lo prefiere a su sobrenombre 'Tamay', y yo también— pero tuve la oportunidad de conocer a sus abuelos, a sus tías, la casa familiar donde algunos ratos pasé en mi infancia, donde el sol inundaba el taller atravesando una claraboya levantando nubes de polvillo de madera, formando figuras caprichosas al atravesar sus rayos a la caida de la tarde. Allí su abuelo Jenaro trabajaba el noble material de la madera tallando y ensamblando hermosos muebles. Pero allí conocí también a su padre, el padre de Rosa, un hombre bueno, cariñoso, cercano. Que falleció con lo cual me enteré de que la Muerte llega a todos... en cualquier momento. Me impactó aquello. Pero como la vida tiene infinitos vericuetos, hete aquí que me encuentro —bueno, ya hace un tiempo— con la hija, a la que, ya digo, no conozco en persona. Pero no deseo hablar de mi, sino de Rosa.

He seguido su trayectoria literaria, y por fin su trayectoria radiofónica como entrevistadora de escritores, de las últimas obras de grandes escritores. La admiro, la envidio, la sigo, le copio su estilo ahora que también entrevista en la prensa escrita. 

Hoy, El pincel de bambú tiene la suerte de volver a presentarla...

—Aunque ya te entrevisté hace tiempo con motivo de tu última novela ¿Por qué ahora?, preséntate de nuevo, por favor.

—Rosa Sánchez de la Vega. De Hervás aunque caacereña de nacimiento. Madrileña de adopción. El micrófono y los libros, dos grandes pasiones.

Coordino y dirijo desde 2018 el programa quincenal que aborda temas como «La historia de libro» alternando con programas de temas culturales. (Cadena Ser Salamanca).

Ese mismo año empiezo a colaborar con el programa semanal de Radio Intereconomía  sobre temas culturales «Ratones de biblioteca»

En 2019 formo parte como subdirectora del programa semanal «La Coctelera» de Radio Inter. Y dirigí una sección propia dedicada al mundo de la literatura, libros y entrevistas a autores/ras.

En 2020 comienzo un programa de Podcast en la Cadena Ser con entrevistas a autores top de los grandes sellos editoriales, con una excelente crítica y seguimiento.

«Autoras de palabra con Rosa» es el nuevo programa de magaSIN (@magaSin) del periódico de EL ESPAÑOL (@Elespañol) en el que conduzco este podcast de conversaciones distendidas con las escritoras top literario del panorama nacional e internacional. Un espacio en el que cada autora desgrana su obra de forma apasionada durante toda la entrevista.

En mi recién estrenada página web: https://rosapasapagina.es/ se pueden escuchar y ver todas las entrevistas, ruedas de prensa y estar al día de próximas publicaciones. Además ha unido sus fuerzas con https://www.todoliteratura.es/ @todliteratura. Os animo a que os suscribáis. Es gratis.

Además, soy escritora y autora de novela y relatos, con la que he conseguido distintos premios. Columnista del periódico  @laaldaba  de Extremadura y Castilla y León, donde publico mensualmente relatos.

Redactora de la revista cultural «Pasa página»  @revistapasarpagina la que también publico mensualmente un relato.

—¿Cuándo empezaste con la radio?

—Comencé en el 2018 dirigiendo y coordinando un programa quincenal de cultura.


—No me digas que pondrías el mismo mimo con una alcachofa de la SER que con una de Radio Villarriba de Abajo entrevistando al poeta-cultureta del pueblo.

—Dejarse llevar por ideologías políticas, religiosas… estatus social… o lugar de nacimiento, demostraría ser poco respetuoso.

—¿Por qué «pasapágina»?

—Adentrarte en un libro e ir pasando páginas. Avanzar sin olvidar los capítulos anteriores y dar ese paso con todo lo vivido. Eso es Pasar página.

—Se te ve cómoda en tu papel ¿Sí?

—Se funden mis dos pasiones: los libros y el micrófono. Y he descubierto la empatía. El cariño. La complicidad de una charla entre entrevistador y entrevistado. Me encanta mi trabajo. Sí.

—La pregunta que hago siempre: ¿vale una imagen más que mil palabras o no tiene por qué?

—Una imagen es más atrayente que un texto. Es lo que primero te llama la atención. Pero a menudo te lleva al error. El texto es conocimiento. No siempre tiene por qué una imagen tener más valor..

—¿Cuántas entrevistas has hecho en tu carrera radiofónica?

—Superamos las quinientas.

—Te lo he dicho alguna vez: a veces, algunas de tus entrevistas me resultan largas cuando las veo en Youtube. Defiéndete y dime algo sobre las lentejas por lo de tomarlas o dejarlas.

—No te das cuenta del tiempo que dura una entrevista si te está resultando amena. Para al autor/ra la charla siempre le parece corta. Te confieso que la mayoría de las veces a Rosa-pasapágina le ocurre lo mismo, seguiríamos hablando y el café se quedaría frío.

—¿El centrarte en la última obra de tus entrevistados es una opción tuya o recibes sugerencias?

—El programa tiene como objetivo contar al oyente la última publicación del entrevistado.

—¿No te gustaría entrometerte en la vida cotidiana del escritor?

—No me gusta «entrometerme» en la vida de nadie. Me gusta conocer al escritor.

—¿A quién volverías a entrevistar de buena gana?

—A todos. Ahora bien; si me lo permites me gustaría entrevistar por primera vez a Carmen Laforet (tarea imposible) lo sé.

—¿Cuándo pasarás a entrevistar en TV? ¿Aceptarías un encargo así?

—Cuando tenga una oferta interesante. Si las condiciones son buenas, por supuesto. 

Entretanto, https://www.youtube.com/results?search_query=rosa+pasapagina

—Yo creo que tu timbre de voz encandila, atrae y atrapa a tus oyentes ¿también a tus entrevistados?

—Alguien me dijo una vez que tenía un tono de voz dulce, melodioso. Que trasmitía mucha paz. Después esa opinión se ha ido repitiendo.

—Lees las novelas y tus entrevistados se maravillan de poder «interactuar» (qué palabro), de poder hablar con conocimiento de causa. Pero no me creo que todas te hayan gustado. Dime.

—Interactúan encantados porque lo que quieren es hablar de su novela que acaba, o a punto, de salir. Todas son de mi interés. Aunque no todas tienen por qué gustarme.

—¿Entrevistarías a un investigador y escritor de una tesis sobre la cría del gusano de seda?

—No veo por qué no.

—Ahora tus libros: dinos cuáles fueron o si los has olvidado y si alguna vez retomarás la escritura novelística, pues conozco tus artículos en alguna revista comarcal y cultural.

—¿Cómo iba a olvidarme de mis publicaciones?

Serás tú quien lo descubra. Novela urbana. Intimista. Fue finalista en los premios de «La isla de las letras»

¿Por qué ahora? Novela de misterio. Ganadora del accésit en los premios de «La isla de las letras»

Sigo escribiendo en una tercera novela. Además de relatos.

—Dame algún consejo para que mis entrevistas sean tan seguidas y ponderadas como las tuyas

—Si te gusta lo que haces, disfrútalo.

—¿Qué te ha parecido esta entrevista teniendo en cuenta que yo juego con ventaja ya que ahora mismito me voy y la cocino para emplatar debidamente? No te cortes.

—Emplátalo a tu gusto. Así me he sentido yo. Y halagada.

—Dime para finalizar:

—Un paisaje

—El mar del norte, Asturias

—Un pais

—España

—Una lectura 🙂

—El jinete del silencio, de Gonzalo Giner @gonzaloginer

—Una peli

—Memorias de África

—Una emisora de radio

—Una en la que se hable de cultura que junto con la educación es la base de todo.

—Una comida

—Jamón

—Una bebida

—Cerveza bien fría

—Playa o montaña

—Playa sin soltar de la mano a la montaña

Hasta aquí Rosa, una todoterreno, una voz que enamora, que hace olvidar a los consagrados el tiempo que pasan con ella. Que sabe qué pregunta y cómo lo pregunta. Entrevistadora y entrevistada; en Zenda, en El Español. Que a veces, muchas veces, admiro el relumbrón de sus «víctimas» —echar un vistazo a sus redes para engancharse y animarse a comprar—, que ven cómo ¡ha leido sus novelas! y ellos encantados. Que tengo ganas de abrazar a la «chiquilla» de Valentin, el de la madera, el maestro, el amigo que tanto me impresionó su fallecimiento hace muchos años. Gracias Rosa, no pases esta página, quédate un rato que un servidor hace lo poco que está en sus manos con también buenos escritores, viajeros, historiadores, periodistas, 'influencer', deportistas, fotógrafos, letrados, y todo aquel que tiene algo que contar. Por eso, por segunda vez te traigo a nuestro grupo, a esta breve y modesta entrevista, también para presumir de amistad contigo, Rosa, que pasas página. Pero quédate en esta un rato...




16.1.23

Entrevista a Arwen Grey

A través de la pantalla se ve perfectamente. No me atrevo a preguntar a nuestra entrevistada porque temo pecar de curioso. Ya bastante he conseguido con que esta interesante mujer me atienda y conteste a mi serie de preguntas. Pero sí, el paisaje que se ve detrás de ella es el rio Oria a su paso por este pueblo a dos pasos de San Sebastián. También se aprecia la silueta de una torre barroca. Luego supe que era San Millán. Pero sobre todo está el verde escandaloso, el verde de ver-dad. El color de esa tierra que hace contraste con el blanco nuboso de Euskadi. A lo lejos se adivina la capital, el señorío de Motrico, y la costa impresionante de olas de varios metros azotando las rocas. Verdes, blancos de espuma, gaviotas que sobrevuelan, el grisáceo de sus caseríos desperdigados. Tiene razón: ahora sé qué es el síndrme de Sthendal, que es lo que sufrió —tal como luego me dijo— nuestra escritora y ya mi amiga, sentada estratégicamente, sonriendo de principio a fin, entre la videocámara... y el Pais Vasco 'pata negra'. 

—¿Podrías presentarte a nuestro grupo?
—Soy Arwen Grey, autora de novela romántica. La mayoría de mis novelas son comedias, pero también tengo novelas históricas e historias con algo de misterio y dramas. En definitiva, un poco de todo. Parte de mis novelas son autopublicadas y otra parte las han publicado editoriales como Harper Collins o Ediciones Kiwi. Bueno, también decir que soy descendiente de Rosalía de Castro.

—Ya sé que es muy manido comparar los libros escritos con los hijos, pero no me resisto a preguntarte cómo se puede tener una familia tan numerosa y te vea tan campante, como si tal cosa. —Soy de esas raras que no considera comparables unas cosas con otras. Vamos, que será que no soy madre, a no ser mamá gatuna, que para mí mis libros son mis libros. Y no es que no esté orgullosa, que lo estoy, oiga, pero ya se sabe que para las madres todos los hijos son los más guapos. No considerar tus libros tus bebés tiene esa ventaja, que no te lo tomas tan a pecho cuando alguien los llama feos jaja. 

—He contado treinta y tres. Impresionante. Dime por qué te consideras una escritora de novela romántica políticamente «no correcta». Una explicación quiero. 
—No sé si es solo en la romántica o en la literatura en general, que se tiende a idealizarlo todo un poco. Lees a algunos autores y parece que el mundillo está lleno de gente maravillosa, compañeros que lo dan todo por ti, de lectores que te lo compran todo y más, que vendes millones… ¡Y no digo que para algunos no sea así! Pero hay cosas feas y no pasa nada por decirlas. De hecho, no decirlas hace daño, porque crea una imagen irreal. Supongo que yo soy esa persona que dice que no se vende tanto como se presume, o que no es necesario pelotear a diestro y a siniestro, o que algunos blogs solo te leen si regalas el libro… y a veces ni eso. Ahora se ha puesto de moda una tendencia según la cual los escritores también tenemos que ser expertos en marketing y redes sociales. Hay que bailar, saber hacer post perfectos y dirigidos a tu público. No puedes dar puntada sin hilo. Mi impresión es que se habla de todo menos de escribir… ¡Pero no se puede ir en contra del negocio y las modas! Tampoco son verdades tan tremendas, pero casi nadie las dice y hay a quien no le gustan y hace que te quedes un poco al rincón. 

—No pienso ponerte en compromiso y preguntarte por sus nombres. Pero no me digas que te han salido todos tus «niños» —servidor se permite seguir con esa ñoña metáfora— tan guapos y tan altos. 
—Precisamente mis personajes no son ejemplos de perfección ni belleza, así que te has equivocado de autora jaja. De hecho, a cada cual es peor y más desastre, pero son gente real, con problemas reales, así que me caen bien. A mí no me salen millonarios, con helicóptero ni buenorros. La perfección es aburrida. Si son perfectos, ¿qué recorrido tienen? 

—Que quede entre nosotros, aunque ya en 2014 decías que no era ningún secreto tu verdadera identidad, así que por qué Arwen Grey y no Macarena Sánchez Ferro. ¿Por qué tantos seudónimos en la novela romántica? 
—No hay pseudónimos solo en la romántica, los hay en todos los géneros, pero nos fijamos poco jaja. En mi caso, yo ni siquiera planeaba publicar, era un experimento. Le robé el nombre a uno de mis personajes. Era una autora de romántica que moría asesinada. Me pareció gracioso. Si llego a saber que iba a funcionar y que iba a vender algo, a lo mejor me habría pensado más lo del nombre. No es que quisiera ocultarme o que me avergonzase, pero sí pensaba en ese momento escribir otros géneros y era una forma de mantenerlos separados. De hecho, por entonces publicaba relatos en otros géneros con mi nombre real. 

—Si te digo que me recuerdas a Corín Tellado, te enfadas y me arrojas tus treinta y tantas novelas a la cabeza… o por el contrario me invitas a tapear por la parte vieja de San Sebastián. 
—Lo de insultar con la excusa de Corín Tellado es un clásico. Sin embargo, esa gran señora es una de las autoras más vendidas de la historia, modernizó un género, era una industria en sí misma. Y todo ella, solita. Vamos, que quién pudiera ser Corín Tellado. Así que te invito a Donostia cuando quieras. 

—¿Meto la pata si te pregunto cómo te inspiras para tus novelas? ¿Pones el oído atento a la vida y avatares de tus vecinos, amigos, compañeros, tal vez leyendo el Hola o te inspiras en grandes gestas, hechos heroicos? 
—Juro que la primera escena de una de mis novelas, una muy cachonda, está inspirada en mis vecinos, de una forma literal (ahora adivinad cuál). Siempre hay cosas que se te quedan y te hacen pensar en historias, desde un olor, una canción, una película, un libro… Incluso el hecho de que un profesor muy guapo del instituto, harto de que sus alumnas le hicieran ojitos, decidiera afearse para ver si así le dejaran vivir. Cualquiera que me lea sabrá que soy fan de las guerras napoleónicas, y no solo por los uniformes bonitos. El Hola… como que no es mi estilo. 

—La literatura romántica es a, ante, bajo, con, contra, de, desde, hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras las mujeres y solo mujeres? 
—¡Cada vez menos! De hecho, últimamente hay muchas novelas que se escriben desde el punto de vista de los dos protagonistas, chico y chica, donde los dos llevan el mismo peso, o incluso donde la historia se cuenta desde el punto de vista de él. Y qué decir de las novelas románticas LGTBI, donde triunfan las novelas protagonizadas por dos chicos, y son adoradas por todos los públicos. 

—¿Son compatibles el amor, el humor y la muerte? A tu obra me refiero. 
—Voy a ser sincera y decir que creo que soy incapaz sin escribir sin que caiga algo de humor. A lo mejor no es un humor para todos los gustos, pero haberlo... haylo. Hasta en los dramas más gordos, ahí está. Pienso que cuando la historia es muy terrible y a los protagonistas les pasa de todo, a veces es necesario aligerar un poco. Cuando solo pasan cosas malas, llega un momento en que tu cabeza dice: «no puedo más, a esta persona le pasa todo lo malo. Paso». No es solo que necesites descansar del sufrimiento extremo, sino que ya no te crees tanto drama y desconectas. Un poco de humor ayuda a que te relajes antes del siguiente golpe. (Uy, eso ha sonado cruel) 

—Dime algún escritor de novela romántica, si es que existen. 
—Claro que existen, y un montón, pero voy a recomendar a uno al que conozco y que tiene una obra inmensa y muy bien documentada: Enrique García Díaz. 

—Dime algo sobre tu última obra (dos relatos) recién publicada «La nube azul. La increíble historia de amor de Hans Gandía (y su Beatriz)». 
—Son dos novelas ambientadas en un pueblo de mala muerte llamado Venta del Hoyo. Las dos forman parte de una serie, pero como por ahora solo hay dos, se pueden leer tal cual. Cada historia es autoconclusiva. Los protagonistas son escritores y… especiales. Cualquiera que las lea verá que a mí lo de los millonarios guapos, altos y perfectos no me va nada. 

—Aconséjame una novela tuya para iniciarme en tu mundo literario. 
—Yo siempre digo que depende de lo que te guste. En mi caso escribo dramones y comedias, así que antes te preguntaría qué te gusta más. Si me dijeras que comedia, te recomendaría Solo cinco citas, por ejemplo. Si me dijeras que drama, te recomendaría Te lo daré todo, que es, probablemente, mi mejor novela, y a la que hay que ir sin ningún prejuicio. 

Finalizamos pidiéndote 
—Una ciudad, una provincia, y un país para vivir 
—Soy de pueblo y me quedo con él, Zizurkil. También me quedo con mi provincia, Gipuzkoa, aunque hay muchos sitios estupendos. Viví en Francia unos meses y no me importaría volver, pero siempre es mejor de visita, así que me quedo con España. 

—Un paisaje 
—El que veo desde mi terraza. Me compré esta casa por este paisaje. Cuando lo vi me dio un stendhalazo y aquí estoy, siete años después. Este paisaje cura el alma. 

—Una comida 
—Huevos fritos con patatas. Me gusta la comida sencilla. 

—Una bebida 
—Champán. Viví en Reims y ya no se me quita el vicio 

—Una peli 
—La fiera de mi niña 

—Un libro 
—Cumbres borrascosas 

—Una música 
—Tosca de Puccini. Para la ópera soy como los mafiosos de las pelis, lloro como una magdalena 

—Un sueño 
—Aquí me pongo seria, para variar: una cura, o al menos un tratamiento, para el Covid persistente 

—Un calificativo para esta inteligente, interesante, improvisada e inesperada entrevista 
—Divertida e interesante, que son dos. Soy escritora, no puedo parar 

—Una frase de despedida en euskera y en castellano. 
—Eskerrik asko nigan pentsatzeagatik. Hurrena arte! Muchas gracias por pensar en mí. ¡Hasta la próxima!

¡Anda que no! Entrevistador, te has creído un listo de vuelta, y te has encontrado con la horma de tus zapatos. Vamos a ver, si en el sur existen Aranchas, Gurutze, Aitores por qué no va a haber Macarenas en Donosti. Déjate de preguntas tontorronas, y esa lo fué.
Item más, anda que... sacar a colación a Corín Tellado pensando que la escritora se iba a molestar y resulta que es un referente. Bueno, al menos has sacado una invitación a unas birras y alguna esquisitez tapeodonostiarra.
Y con tanto y tanto que si literatura romántica femenina y te ha dicho que «los hombres, de Romántica, uuuuh». Toma nota, tío.
Y cómo se te quedado el cuerpo cuando te ha nombrado a Rosalía de Castro. Y claro que ahora te queda claro: la mirada de Macarena recuerda la de Rosalía, y la temática de una debe ser influencia de la otra. Hasta los paisajes del norte de España comparten la inmortal poetisa de ayer y la escritora de hoy. 
Bueno, aquí está Arwen Grey, prolífica escritora de 'novela-romántica-a-mi-manera'.

Antes de desconectar, se levanta de su sillón, rodea su mesa de trabajo y se aparta. Con ella su gato. Y miro, ahora sí, con descaro. Queda en la pantalla la corriente del Oria camino del mar. El viento sopla con fuerza de galerna. Gracias, Arwen Grey y hasta siempre.

https://www.rnovelaromantica.com/escritores/item/arwen-grey 


4.1.23

Entrevista a Gloria Carrasco, escritora de novela negra

«Siempre hay motivos para reir. Aunque sea de uno mismo»  (Gloria Carrasco) 


                  Quedamos en una cafetería de la parte alta de la ciudad con unas vistas espectaculares. Viene acompañada por un señor que me presenta como Might. Saluda este, y se va. Me quedo con Gloria y nos afanamos, tímidos, en mirar y admirar el panorama que se extiende bajo nosotros: la desembocadura, la ría que forman las marismas del gran rio y la hilera de coches que transitan por los puentes. Permanecemos en silencio ambos mientras llegan los cafés pedidos. Cuesta romper el hielo entre dos desconocidos pero cuando se ha resquebrajado, no dejamos que vuelva a unirse por efecto del frío antre dos desconocidos. Luce Gloria una gran sonrisa y una camiseta diseñada, me dice, por ella misma que consiste en un precioso mandala a base de círculos concéntricos con claras influencias de lejanas y exóticas religiones. Me mira a través de las gafas y percibo que sonríe, también, con sus ojos.

Mientras vemos alejarse al acompañante —¿Por qué casi siempre, me pregunto, tiene que haber algún acompañante cuando me cito con alguien?— me dice que se trata simplemente del personaje de algunas de sus novelas, ¡un detective! Yo la miro, a Gloria, y casi se me atraganta el café. Abajo, las lenguas de agua reflejan plateados los rayos del sol ya declinando frente a nuestra atalaya. La tarde invernal, casi primaveral, se precipita sobre nosotros. El año apenas ha despuntado en el calendario...

—Preséntate para que te conozcamos en este grupo tan majo y enrrollao que es El pincel de bambú.           —Mi nombre es Gloria Carrasco, aunque estudié química para trabajar en una fábrica, siempre me han gustado los libros y escribir. Escribía en mis ratos libres. En el confinamiento, cuando me quedé parada, decidí hacer lo que verdaderamente me gustaba y dedicarme en profundidad a publicar libros y diseñar. Soy diseñadora gráfica, escritora y portadista, entre otras cosas.

—Un repaso por tus redes me han llevado a definirte como un «todoterreno» cultural. ¿Cierto?                  —No tanto. Es cierto que llevo unos años centrada en libros y en enseñar mi trabajo. No tanto como mi vida personal o mis hobbies.  

—En el colegio imagino que arrasabas escribiendo. Y seguro que llevabas un diario. ¿Lo harías público alguna vez?                                                                                                                                                      —Más que un diario, era una libreta que yo siempre llevaba para escribir las cosas me hubiera gustado que pasaran o diálogos que escuchaba que me resultaban interesantes. No es un misterio para nadie, en casa ya sabían que yo prefería vivir en la luna.     

—¿Cuales fueron tus lecturas en las distintas etapas de tu vida?                                                                  —Muchas, muy distintas, desde El principito, hasta Asesinato en el Orient express. Stephen King y Agatha Christie siempre han descansado en mis estanterías. También a John Kazenbach, Domingo Villar... Todo investigación, que era lo que me llamaba. 

—¿Escribes porque lees? ¿Una cosa lleva a la otra?                                                                                      —Escribo como un impulso para salir de la rutina que vivo. Para poder expresarme libremente de verdad. Aquello que quiero decir, que quiero vivir o que quiero hacer. Y soy de las que piensan que para escribir, antes hay que leer. 

—Yo opino que una imagen no siempre vale más que mil palabras ¿opinas igual?                                        —Pues como diseñadora que puede manipular una imagen como quiera, no, no puedo opinar lo mismo. En una imagen hay millones de historias. La diferencia está en los ojos que la vean.  

—Cinco libros, cinco hijos. No me digas que el último que eso es una respuesta hecha. Dime tu preferido.  —Sangre para seis. Fue el libro con el que más me he divertido porque tiene muchas acciones 'gore' con las que me pude revelar como quisiera con cada personaje y no tenía que centrarme tanto en datos correctos o mucha más información que la que ya existía. 

—Te caracterizas por los relatos breves ¿Lo breve bueno es doblemente bueno?                                        —Me gustan los relatos breves porque no hay rellenos innecesarios ni diálogos interminables. En un libro de 150 páginas, puedes escribir una gran historia. Yo, a veces, leo comentarios de personas en redes que dicen, «500 páginas y dos años», eso para mí es impensable. Cuando yo escribo, siempre estoy revisando, corrigiendo, cambiando, añadiendo, ... Y si sale un libro de 150 páginas, pues vale, no es necesario hacer una historia tan larga. Lo importante es el porqué y no el cuánto. No es una carrera ni nadie es mejor que nadie por escribir más páginas.  

—Yo opino que escribir una novela negra o de intriga, o policíaca es sumamente complejo pues es como un enigma o acertijo, o puzzle a resolver, ¿es así?                                                                                            —Para mi sí. Un crimen o una investigación necesita de muchos datos y que el lector no se entere de quién es el asesino hasta el final, o al menos, que la historia le enganche desde el principio. Siempre es difícil crear la historia perfecta porque no existen lectores perfectos. Entonces, quien escribe, tiene que centrarse en escribir una buena trama y crear unos buenos personajes, lo demás, lo deciden otros. 

La ruta del Llop; La llave número 13; El silencio de Molly; Hacerse humo; Sangre para seis. ¿De dónde has bebido, cuáles escritores te han enseñado a escribir?                                                                       —Agatha Christie y Stephen King son mis profesores. De ellos he leído la mayor parte de sus obras. Igual, cada vez que leo a cualquier persona, siempre aprendo algo porque nunca dejas de aprender técnicas nuevas. Me gusta cuando leo un libro y pienso ¿Por qué no se me ha ocurrido a mí? 

—¿En qué mundos andas para escribir? Dinos tus proyectos.                                                                         —Mis mundos son muy extensos. En noviembre terminé de escribir La isla de Haminjga que es una fantasía urbana. Es algo que salió de un relato corto para una convocatoria en la que no me aceptaron. También estoy escribiendo un thriller y varias investigaciones de mi detective Might. Todo siempre en la oscuridad.  

—Termino pidiéndote:

—Un pais o paisaje                                                                                                                                            —Andorra

—Playa o montaña                                                                                                                                          —Playa

—Una comida                                                                                                                                                 —Puchero de la mamá

—Una bebida                                                                                                                                                     —Café

—Un libro                                                                                                                                                      —El secreto de la diosa, de Lorenzo Mediano

—Una música                                                                                                                                                    —The reason, de Hoobastank

—Una peli                                                                                                                                                        —10 razones para odiarte

—Un calificativo para esta entrevista                                                                                                                —Corta

—Una despedida y una petición a los Reyes Magos                                                                                        —Salud y suerte. Espero que os traigan mucho carbón que de regalos estamos sobraos.

Damos por finalizada la entrevista formal, que me deja pensativo ante el calificativo de «corta» sin más, y en vista de que no reaparece el detective Might, me atrevo en indagar sobre esta joven escritora, con un porvenir literario prometedor. Pero no todo es literatura. Me doy cuenta de que existe química entre los dos —se lo digo y sonríe sin llegar a reir abiertamente— y compartimos chismes de nuestra profesión A, que si el Cloruro sódico (nos negamos a denominarla sal para darnos importancia) que vemos en la lejanía, que si los «fosfoyesos», que si la tabla periódica de los elementos. 

Pero también de sus aficiones, de sus inquietudes y de sus sueños. Le gusta la playa y me señala el horizonte donde están sus paraisos veraniegos de 120 km. de arena donde Gloria se inspira en urdir historias y tramar argumentos. Vive para formar —lleva media docena— de historias para leer y disfrutar los amigos del 'trhiller', mejor dicho... novela negra o de intriga.

En definitiva no regresa Might, el acompañante: ha caido la noche sobre la ciudad. Solo un breve resplandor anaranjado típico, hermoso, de Huelva, la ciudad donde, caminando, se adentra Gloria Carrasco, escritora. Que paga los cafés.


                                                 «Fin, pero no es un final (Gloria Carrasco)

11.12.22

La marea


Así, tal que una ola sucede a otra, y a esta, otra, y otra y otra, las mareas van arrastrando la arena que forma y conforma un territorio. Pero es un proceso lento porque a una pleamar sucede una bajamar, un día y otro hasta que el territorio, sin saber cómo ni por qué, ni para qué, aunque sí sabendo quién, va arañando, socavando los cimientos de una nación, de la nuestra, de este solar a veces grandioso, a veces misarable pero que es nuestra tierra, nuestra madre, la que cada día despierta y trabaja, y se divierte, y festeja, y come y bebe como si no hubiera un mañana. Tierra de nuestros mayores, bañada por mares y océanos. Tus ciudadanos, España, parecemos mudos, sordos y ciegos mirando cómo las olas van y vienen como si fuera la marea futil de verano en lugar del temporal inmisericorde de invierno en forma de distorsión golpeando el Estado. España se desarbola, y yo me niego a aceptarlo, a no emitir siquera un gesto humlde de protesta, que no de dolor o falso patrioterismo o nostalagia. España se está quedando sin arenas donde se sustentan los pilares que nos asientan a la tierra. Quienes nos dirigen desde el puente de mando están dejando a las ratas que gobiernen este barco a la deriva. Mi grito es...
¡Yo No Me Callo La Boca!,
¡Yo No Cierro Los Ojos!
¡Yo No Me Tapo Los Oidos!
Texto y foto: JABM
Mayte Ro Ma, Elena Lopez Herrero y 3 personas más
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Vienen los júngaros

—¡Que vienen los júngaros! ¡Los júngaros! ¡Que vienen! El Miguel recorría las calles advirtiendo de la noticia que de vez en cuando se exten...