«Para amnesiar a los ciudadanos ejemplares y amnistiar a los delincuentes se ha de redefinir el término 'terrorismo' en el Código Romano de la Nación, es decir adaptar el delito para favorecer al delincuente.
Mas digo yo, e incluso me planteo una duda más allá de lo razonable... ¿estais seguros los dirigentes —principes y cohortes— de pretendrer reinventar la pólvora con el riesgo de que muchos viejos terroristas se aprovechen y beneficien de esta posible Norma rehecha expresamente para, repito, perdonar y eliminar todo vestigio de delito contra la Leyes? Ante la duda, eludid la tentación llevando estas maniobras, que os sugiero, a buen fin. Creedme que es el camino más lógico para mantenerse en las suaves poltronas sin otra necesidad, por otra parte inexcusable, que mirar cada día tras las cortinas; escuchar por si la daga se desenvaina; oler la apetitosa bandeja antes de probar los manjares; así como procurar que tu sirviente beba antes que tú de la copa de dulce vino toscano. Por fin, no olvideis mis antiguas cartas adversativas al Príncipe: "La traición no da la gloria aunque dé el poder"...»
(Texto —tal vez, apócrifo— encontrado en la última vivienda de Nicolás de Maquiavelo, muerto de peritonitis en Florencia en 1527)
Traducción y transcripción, Jose Antonio Bejarano (mi agradecimiento a Oliverini Massimo)
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