—Con la venia, preséntate para El pincel de bambú, por favor.
-Me llamo Antonio Pérez Arévalo. Nací en Salamanca la Nochebuena de 1964, de padre hervasense de Hervás (Cáceres) y madre mirobrigense o farinata, de Ciudad Rodrigo (Salamanca).
—¿Por qué eres abogado?
-Porque tras hacer el servicio militar decidí luchar por estudiar una carrera, y me ayudó que mi novia de entonces —hoy mi mujer y compañera de vida y despacho— estudiara Derecho y que mi familia estuviera relacionada con la Justicia, desde mi abuelo en el Juzgado de Hervás, así como mi padre que pasó de auxiliar de Justicia a Oficial de la Audiencia Provincial de Huelva. Mis hermanos mayores también eran funcionarios de oposición cuando yo comencé mis estudios universitarios.
[El entrevistador puede en este caso actuar como notario y dar fe de todo lo antedicho por Antonio, un tipo grande, afable de trato y habiendo mamado de la Justicia desde su más tierna infancia: estaba escrito que sería abogado]
—¿Cuál es tu especialidad dentro del Derecho?
-Elegí la rama Privada del Derecho, y aunque trabajo temas Civiles y Penales, soy experto en Derecho de las Personas Consumidoras y Usuarias.
—¿Puede una abogado defender lo indefendible? -Puede... y a veces se gana. Eso sí, por encima de todo, el cliente debe saber y tener información sobre las expectativas de ganar un pleito, porque al final es él quien elige seguir o no. Debemos tener en cuenta que siempre habrá otro profesional del Derecho enfrente, con argumentos tan válidos como los nuestros y un Juez que decidirá a quién dar la razón.
—¿Defenderías a un 'okupa'?
-Lo haría hasta donde el derecho me permita para defender sus intereses; si la ley le proteje, nadie debe perturbar ese derecho reconocido por nuestros legisladores. A veces no hay ley mala ni buena sino políticos que legislan desamparando a unos y fortaleciendo a otros. La Justicia no tiene porqué ser Justa [sic], pero sí acorde a lo dispuesto en la ley.
—¿Existen más morosos en España que en otros paises de la Unión Europea?
-La tasa de morosidad prevista en España es del 4,6% y 4,5% en 2022 y 2023, respectivamente, frente al 3,4% y 3,9% en el conjunto de la Eurozona viendo hacia donde vamos, todo hace indicar que la crisis y la subida de los precios ahogan las en morosidad. Cada vez son más los que acuden al auxilio de una ley de segunda oportunidad que muchos desconocen para poder afrontar las deudas por préstamos personales o con garantía hipotecaria.
[El letrado aporta una serie de datos muy interesantes pero a juicio del entrevistador poco apetecibles en la bonanza agosteña]
—¿Por qué crees que los políticos suelen ser abogados?
-Es más sencillo bregar con la normativa reguladora de casi todos los aspectos humanos si tienes conocimientos legales y normas interpretativas de las mismas que si eres un persona lega en la materia.
[Ahora entiende el entrevistador las diferencias dentro del panorama político entre unos y otros.]
—¿Serías político en el futuro?.
-No lo descarto pero sería para tratar de hacer el bien a todos los ciudadanos independientemente de su condición o sentir ideológico. Yo creo en las personas más que en los partidos.
—¿Poderoso caballero es don dinero o eso es una mentirijilla o leyenda urbana?.
-¡Poderoso caballero es Don Dinero! No sirve para tener felicidad plena pero ayuda a conseguirla. Fuera de bromas... es bueno tener dinero pero es mejor gozar de salud, basta con tener el suficiente para vivir desahogado, sin tirar cohetes.
—¿Me aconsejas redactar testamento o eso es cosa de ricos?
-Te recomiendo ir a un notario y hacer testamento por una sencilla razón, primero porque facilitas la labor a tus herederos y en segundo lugar porque eres tú quien hace una disposición de tus bienes según tu voluntad dentro de lo que te permite el código civil, ampliando tu facultad de disposición acudiendo al notario. Puedes proteger al cónyuge viudo con usufructo vitalicio. Si no tienes herederos forzosos tienes libertad total para disponer de todos tus bienes.
[El entrevistador pidiendo cita, ya]
—¿La ideología política, las creencias religiosas, las diferencias influyen en las tareas de los letrados o defiendes a todo el mundo con el mismo empeño?
-Nos debemos a nuestros clientes, no podemos utilizar la desigualdad de trato por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición personal o social. Sería una falta de profesionalidad y de ética, aplicar un trato discriminatorio. Siempre puedes elegir qué asunto llevar y cuál no, pudiendo en todo caso rechazarlo antes de perjudicar al cliente. Normalmente quienes estamos en el turno de oficio, tenemos la obligación de defender con profesionalidad a todos los beneficiarios del derecho a Justicia Gratuita.
[El entrevistador recibe con humildad esta lección de Derecho. Solo a este entrevistador se le ocurre esta pregunta que pone en entredicho los fundamentos del Derecho. ¡Buen zasca!]
—¿Algún caso, sin señalar, del que te sientas satisfecho y por contra de alguno que no del todo?
-Satisfecho de muchos casos, sobre todo de aquellos en los que entendemos que se ha aplicado la justicia correctamente, constituyendo sus argumentos los fundamentos de la sentencia. Te quedan sinsabores en aquellos supuestos en los que no se recurre una sentencia por no arriesgarse a 'costas' cuando los argumentos son bastante sólidos y una segunda instancia a veces es más meditada dada la intervención de varios magistrados en su pronunciamiento.
—¿Jurar, o prometer?
-Jurar, porque tengo claro las consecuencias de jurar en falso y las promesas se las lleva el viento. El juramento es la afirmación o negación de algo, poniendo por testigo...
Antonio deja sin acabar la enigmática frase. Mira sonriente, deja sobre la mesa del restaurante la taza de café. Acaricia a su amigo pastor alemán. Se levanta, nos levantamos y caminamos charlando de otras cosas, de otros tiempos y de otros lugares. Aquel niño juguetón sobre las venerables, eminentes, sobrias y cultas losas y bajorrelieves de la Plaza Mayor de Salamanca se ha convertido en un onubense de toda la vida. Él se ha convertido —por ahora— junto a su esposa, en el último de una saga familiar de servidores de la Justicia. Nos despedimos no sin antes echar un vistazo al tiket del resta
urante. Le asoma la veta profesional. Me aconseja mirarlos siempre antes de pagar.
urante. Le asoma la veta profesional. Me aconseja mirarlos siempre antes de pagar.
No es olvido no preguntarle por sus gustos y aficiones —lo mismo te dice una receta de su cocina que te dice de memoria un artículo del Código Civil, que de sobra este entrevistador conoce—. Un gourmet, aficionado a la cocina, a su familia, a viajar y a admirar los paisajes y atardeceres mientras pasea a su 'Heimdall', su gran pastor alemán de compañía. A ejercer de castellano y leonés, de extremeño y de andaluz. Por tanto de español. Este es, y así es, Antonio Pérez Arévalo.
Gracias, letrado. Gracias, amigo. Gracias, primo (según la ley). Gracias, Antonio.
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