Tomé su mano, fuerte, rugosa, afectuosa, y con las mías, torpes, temblorosas, le acaricié su vieja piel de luchador. Mientras, su respiración se iba apagando...
Beni gracias por tus condolencias. Más que un suegro, ha sido un amigo para mi. Y estoy seguro de que hace ya tiempo él sabía que iba a estar a su lado en su último momento. Ha sido muy emocionante...
Pepe muchas gracias. Pepe fue mi suegro, y sobre todo un segundo padre, al que correspondí dándole lo mejor que yo tuve ocasión, en los últimos años de mi vida. En su lecho de muerte me pidió un beso. Se lo dí emocionado, y nunca lo olvidaré.
Me encantan las visitas. No lo dudes, amig@... y entra, las puertas están abiertas de par en par. Comenta, critica, sugiere, aporta. Enriquece mi bloc. No aceptaré anónimos...
Transmite a Carmen y al resto de la familia nuestro más sentido pésame. Un beso a tod@s.
ResponderEliminarBeni
ResponderEliminargracias por tus condolencias. Más que un suegro, ha sido un amigo para mi. Y estoy seguro de que hace ya tiempo él sabía que iba a estar a su lado en su último momento. Ha sido muy emocionante...
Siento mucho la pérdida del padre de Carmen.
ResponderEliminarUn beso a ambos
Carme
ResponderEliminarmuchas gracias en nombre de Carmen.
Un beso para ti también
Uf, Jóse:
ResponderEliminarLo siento muchísimo. Dale a Carmen un beso fuerte y sincero, DE TODO CORAZÓN...
Y para tí, ya sabes donde estoy, a muy pocos megabits...
:=((
Mar
ResponderEliminarTan pocos megabits que tu beso lo he compartido con Carmen.
De corazón
Lo siento mucho, José Antonio... Sed fuertes por vuestros nietos e hijos; ¡un fuerte abrazo para ellos!
ResponderEliminarMi más consuelo, Aura.
Aura
ResponderEliminarSe fue rodeado del cariño de todos nosotros. Estamos tristes pero orgullosos.
Gracias por tu maravilloso consuelo.
Lo siento mucho José Antonio, siempre es triste el fallecimiento de un familiar pero si además es suegro y amigo, mucho más.
ResponderEliminarÁnimo y un fuerte abrazo.
Pepe
ResponderEliminarmuchas gracias.
Pepe fue mi suegro, y sobre todo un segundo padre, al que correspondí dándole lo mejor que yo tuve ocasión, en los últimos años de mi vida.
En su lecho de muerte me pidió un beso. Se lo dí emocionado, y nunca lo olvidaré.
Un abrazo, amigo